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Palabras de Su Majestad el Rey en la cena con motivo de la Visita Oficial de Sus Excelencias el Presidente de la República Dominicana y Sra. de Fernández

Madrid, 18.05.2009

S

eñor Presidente,

Siempre hemos encontrado en Vuestra persona a un antiguo y buen amigo de España, guiado por la convicción -que compartimos plenamente- de que dominicanos y españoles debemos caminar por la senda del afecto mutuo que nos une, con el horizonte puesto en la búsqueda de mayores lazos en todos los ámbitos.

Por ello, esta noche quiero expresaros de corazón, junto a la Reina y los Príncipes de Asturias, nuestra más afectuosa bienvenida a España que extendemos a Vuestra querida esposa y a toda la Delegación dominicana.

A través de Vuestra persona dirigimos un saludo lleno de fraternidad y cariño al pueblo dominicano, que ofrece su bondadosa e inigualable hospitalidad a cuantos tenemos la suerte de visitar Vuestro país.

Una preciosa tierra de rico y admirable patrimonio histórico- artístico, de contrastes entre llanuras fértiles y altas montañas, mares transparentes y venas de agua dulce.

Una tierra que ha alimentado el tesoro de confianza y amistad que, desde hace tanto tiempo, cada uno de nuestros pueblos siente por el otro.

Señor Presidente,

Se acaban de cumplir cinco siglos de la concesión del escudo de armas a Santo Domingo, Ciudad primada de América, declarada por la UNESCO Patrimonio Cultural Mundial.

Vuestro país configuró el mejor escenario para el gran encuentro entre dos mundos, y ha potenciado después de mil maneras aquellos nuevos lazos. Un encuentro por el que, en palabras de Julián Marías,?empezó a haber, en sentido estricto, Historia Universal?.

Tan evidentes razones históricas y afectivas, hicieron que la República Dominicana fuera el destino en 1976, junto a la Reina, de mi primer Viaje a América.

Vuestro país se convirtió así, y me llena de orgullo subrayarlo hoy, en la primera tierra americana visitada por un Rey de España.

Señor Presidente,

En las poco más de tres décadas transcurridas desde entonces, España y la República Dominicana se han acercado más que nunca y han vivido cambios profundos.

En nuestras más recientes estancias en Vuestro país, hemos podido observar la modernización de sus infraestructuras, el dinamismo de sus empresarios y trabajadores, su consolidación como gran destino turístico y sus esfuerzos por preservar un extraordinario entorno natural.

Todo ello es prueba de que el pueblo dominicano se adentra en el siglo XXI con mas herramientas -que hay que seguir perfeccionando- para afrontar los grandes retos a los que ninguna Nación es ajena.

Asimismo, la República Dominicana ha sabido apreciar las ventajas de una economía abierta y global. Un país que, como ya hemos comentado, ha sido el gran valedor del Acuerdo de Asociación entre la Unión Europea y los países del Caribe.

Debemos felicitarnos por haber sido precisamente la República Dominicana el primer país en ver las amplias oportunidades de un Acuerdo de gran alcance, ya en vigor.

Como es bien sabido, cada proceso de avance y modernización no está exento de dificultades. Es necesario trabajar con firmeza para que el crecimiento se traduzca en efectiva disminución de la pobreza, y para que sus beneficios se distribuyan de manera equitativa entre la población.

En su reciente viaje a la República Dominicana, la Reina fue testigo de los esfuerzos de Vuestro Gobierno con el apoyo de la Cooperación Española, así como de las dificultades y obstáculos que colaborando sabremos superar. Muchas gracias, de nuevo, por todas Vuestras atenciones hacia ella.

Es justamente en momentos de muy seria crisis financiera y económica, como los que atravesamos, cuando se hace aún más necesaria la cooperación al desarrollo.

Así lo entiende España que valora muy especialmente el empeño de Vuestras autoridades por gestionar adecuada y eficazmente el apoyo que os brinda la Cooperación.

Señor Presidente,

Hoy casi medio millón de españoles visitan y disfrutan anualmente de los múltiples atractivos de la República Dominicana. Son también muchos los dominicanos que han elegido España como tierra de adopción.

Los españoles nos sentimos muy agradecidos por su esfuerzo, trabajo, y capacidad de integración.

Las inversiones españolas en sectores tradicionales, como el turismo, y en otros de vanguardia, como las energías renovables, permiten estrechar vínculos entre nuestros dos Estados. Como bien sabéis nuestros empresarios han apostado por Vuestro país y lo seguirán haciendo en el futuro.

La institucionalización hace ya casi veinte años de las Cumbres Iberoamericanas supone, sin duda, un hito fundamental en ese proceso de mayor acercamiento y cooperación. La próxima Cumbre en Estoril se centrará en la innovación y el conocimiento, conscientes de que educación, investigación y cultura, son las bases para un mejor futuro compartido.

Sé que el progreso de la educación es una de Vuestras prioridades más importantes.

Un terreno en el que nuestra colaboración es bien antigua, al tiempo que llena de porvenir. Antigua, porque fue en Santo Domingo donde nació la primera Universidad de América. Y llena de porvenir, dado el evidente potencial de cooperación entre nuestras respectivas Instituciones de Educación Superior.

Señor Presidente,

Más allá de nuestra lengua común, muchas otras son las huellas de nuestros vínculos seculares.

Se acaba de cumplir el Quinientos Quince Aniversario de la fundación de La Isabela, el primer asentamiento de los españoles en América, cuyos restos queremos ayudar a proteger y a poner en valor, con apoyo de la Cooperación Española.

De la importancia de la Isabela dejó buena constancia el historiador dominicano, Bernardo Pichardo, al denominarla "portada de la Historia americana, el inmenso arco por donde entró el hemisferio occidental".

Hoy la República Dominicana, la denominada "Quisqueya" a la que cantaba Salomé Ureña, sigue siendo la puerta de entrada a América para muchos españoles.

Américo Lugo, aquel gran pensador dominicano, afirmó de Vuestro país que su "suelo estuvo poblado de palacios y alcázares soberbios cuando todavía América,? casi no era sino un fabuloso cuento de hadas".

Unas bellas palabras sobre lo mucho que juntas, Vuestra hermosa tierra y España, han aportado a América y al mundo.

Con el deseo de impulsar hoy -con Vuestra Visita- nuestras posibilidades de mayor colaboración, levanto mi copa para brindar por Vuestra ventura personal y la de Vuestra familia, por el gran pueblo dominicano y por las fraternales relaciones entre la República Dominicana y España.

Muchas gracias.

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