U
n año más volvemos a Cervantes.
No nos convoca el simple recuerdo ritual del Aniversario de su muerte.
Nos atrae y nos congrega su palabra viva, síntesis de una rica tradición y presagio de cuanto en literatura ha venido después: todo está en Cervantes.
Baltasar Gracián dijo que "las lenguas abren el mundo". Nos lo abren porque nos permiten entendernos y entenderlo.
Pero también lo ensanchan, gracias sobre todo a la tarea de los escritores, con justicia llamados creadores. Cuantos os afanáis en ella, en cualquiera de los géneros literarios, estáis construyendo con palabras un mundo que nos devuelve en espejo una realidad que ha sido, la que nos toca vivir o la que podemos soñar.
Dentro de tres días entregaremos el Premio Cervantes a Juan Marsé. De él ha dicho Vázquez Montalbán que "jamás posguerra alguna ha tenido mayor poeta sin escribir un verso".
Así es, porque él ha plasmado como nadie en el espejo de sus novelas la memoria de la Barcelona de posguerra, en el espacio geográfico de los barrios del Guinardó o de Gracia.
Su mirada se ha fijado siempre en los perdedores. Intensamente realista, su escritura alcanza el nivel de excelencia en el arte literario, gracias a que cultiva su oficio con profesión amorosa de artesano.
Bien quisiéramos todos que hoy pudieran sentarse aquí junto a él, acompañándolo, tantos escritores testigos de su mismo tiempo histórico y amigos suyos que se nos han ido: Carlos Barral, Jaime Gil de Biedma, Juan García Hortelano? ¡Tantos!
Ellos no están, pero queda su palabra. Y es a esa palabra -que, como pedía Ortega, salva la circunstancia-, a la que, en realidad, queremos festejar: a la palabra libre, de cuño cervantino, que se desborda a sí misma para nombrar la realidad, para quitar los velos que ocultan la verdad profunda de las cosas, o para crear espacios nuevos de vida.
Porque esa es la palabra que nos enriquece como personas y hace posible un mundo más justo y solidario.
Os invito ahora a que brindemos todos juntos por la palabra y por nuestras Letras que nos emocionan y nos engrandecen.
Muchas gracias.