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ntes de iniciar mis palabras, quiero expresar mi más firme condena ante el atentado terrorista perpetrado ayer en Bilbao y desear una pronta recuperación al escolta herido.
Este Acto nos permite subrayar la importancia de la Unión Internacional de Telecomunicaciones, sin duda, una de las Organizaciones internacionales más antiguas y prestigiosas.
Los orígenes de la cooperación internacional en materia de comunicaciones se remontan, en efecto, a 1865 cuando veinte países europeos se reunieron en Paris para crear la llamada Unión Telegráfica Internacional.
Desde entonces, las necesidades de reforzar y ampliar esa cooperación, para responder a las exigencias normativas del continuo desarrollo tecnológico en dicho ámbito, se tradujeron en nuevos Convenios y Organismos internacionales, refundidos y reagrupados posteriormente en torno a la UIT.
Dentro de ese largo recorrido histórico, merece sin duda destacarse la Conferencia de la U.I.T., celebrada hace setenta y cinco años en España.
Rendimos homenaje a los pioneros de las telecomunicaciones de noventa países, quienes entonces refundaron en Madrid la Unión Telegráfica Internacional, dotándola del nombre y misión de que actualmente dispone.
Durante los 75 años transcurridos, la UIT ha realizado un importante esfuerzo por cumplir la misión y los objetivos encomendados.
Una misión consistente en ampliar la cooperación internacional para el mejor empleo de todos los medios de comunicación, y en promover la ayuda a los países en desarrollo para que todos los ciudadanos del mundo puedan acceder a la información y a las comunicaciones.
En esa labor, la U.I.T. ha demostrado una gran agilidad y rapidez para dar respuesta a las demandas de la sociedad en un sector tan dinámico y crucial para el crecimiento económico y social.
Merecen destacarse, al mismo tiempo, sus actuales esfuerzos por contribuir al logro de los Objetivos de Desarrollo en el ámbito internacional, en particular, los de la Declaración del Milenio.
El desarrollo de la Sociedad de la Información se ha revelado como uno de los instrumentos más importantes de cooperación y ayuda al desarrollo en favor de las Naciones menos favorecidas.
Los modernos sistemas de información, educación, sanidad, o administración electrónicas, son cada día más eficientes para promover los beneficios del progreso, del conocimiento, y de la investigación e innovación.
En este sentido, ya se ha hecho referencia a las iniciativas en marcha en marcos regionales como la Unión Europea, o a la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información, auspiciada por Naciones Unidas y organizada por la UIT.
Una Cumbre que ha servido para impulsar el empleo de las herramientas de Tecnologías de la Información y Comunicación por parte de los países en desarrollo.
Dentro de los Objetivos del Milenio para reducir la brecha digital, destaca la iniciativa que la U.I.T. está desarrollando bajo la denominación ?Conectar África?, un primer paso dentro de la más ambiciosa Iniciativa de ?Conectar el Mundo?.
España contribuirá con su mejor esfuerzo al fomento de las Tecnologías de la Información y al desarrollo en dicho Continente, atendiendo a las necesidades y dificultades de muchos de sus países.
Este tipo de Iniciativas permiten aunar los esfuerzos integradores del sector público y del privado, de las Administraciones y de las Industrias de Telecomunicaciones, en favor de un mundo cada mejor comunicado y más desarrollado.
Hoy la UIT reagrupa a ciento noventa y un Estados, y a más de setecientos organismos, volcados en el progreso uniforme de un sector de dimensión global.
Todos ellos están comprometidos con el desarrollo, al servicio de nuestras sociedades, de la mayor y más tupida red internacional creada por el ser humano, que es la de las telecomunicaciones.
Una red que nos une, que debe facilitar el crecimiento, el conocimiento y el respeto mutuos, desde las conexiones fijas, radioeléctricas o vía satélite, hasta la telefonía móvil o Internet.
Como ya dije en la inauguración de ?Telecom 2003?, organizada hace cuatro años por la UIT en Ginebra, el uso adecuado de las tecnologías de la información y comunicación debe servir, cada vez más, como instrumento integrador, de paz y concordia.
En tan magna tarea reitero a la U.I.T. los mayores deseos de éxito.
Una labor, en la que su Secretario General, puede contar con el pleno e ilusionado respaldo de una España moderna, dinámica y solidaria, que hoy destaca por el muy alto nivel -a escala europea e internacional- de sus profesionales, empresas y servicios en el ámbito de las tecnologías de la información y comunicación.
Muchas gracias.