on Felipe ha presidido la sesión inaugural del "Encuentro Empresarial de Infraestructuras", que se ha celebrado en el Hotel Wellington, en el marco de la XXII Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno, que tendrá lugar los días 16 y 17 de noviembre en Cádiz, bajo el lema "Una relación renovada en el Bicentenario de la Constitución de Cádiz".
El tema de este encuentro, que organiza la Secretaría General Iberoamericana con el apoyo de Corporación Andina de Fomento-Banco de Desarrollo de América Latina, es "Alianzas público-privadas para acelerar el desarrollo de las infraestructuras de transporte".
El Príncipe estuvo acompañado por Enrique Iglesias, Secretario General Iberoamericano; Ana Pastor, ministra de Fomento; Enrique García, director ejecutivo de la CAF; Jesús Gracia, Secretario de Estado de Cooperación Internacional y para Iberoamérica; y por Rafael Catalá, Secretario de Estado de Infraestructuras, Transporte y Vivienda.
Don Felipe en sus palabras quiso destacar que "este Encuentro busca identificar fórmulas, mecanismos y alianzas estables y eficientes entre los dos sectores, y maneras de hacer posible y disponible la financiación correspondiente. Aunque cabe recordar, como ya señalaron brillantes economistas, que sería muy difícil, si no imposible, encontrar un modelo ideal. No por falta de imaginación de la sociedad o de los expertos, sino porque las propias características de las infraestructuras parecerían hacer inviable el hallazgo de tal modelo. En este sentido las propuestas que derivarían de una reflexión teórica y un análisis de la realidad serían las del pragmatismo, a partir de las experiencias de otros y de la identificación clara de los beneficios y costes de las infraestructuras sobre la sociedad y el entorno".
Y continuó "es ciertamente pragmático pensar que tiene mucho sentido articular una mayor colaboración deámbito iberoamericano que considere la experiencia y la excelencia de muchas empresas punteras españolas y portuguesas que ya participaron en la superación del déficit de infraestructuras que teníamos aquí. La colaboración con estas firmas, y la confianza puesta en ellas, revertiría claramente en beneficio de todos: en el mayor desarrollo de las sociedades de otros países de la Comunidad Iberoamericana y, como no, en la recuperación económica y la creación de empleo en España y Portugal. Confío en que este foro pueda abrir vías para la consecución de resultados concretos en esta materia".
Don Felipe aprovechó este encuentro para hacer una reflexión sobre el desarrollo de las infraestructuras "una de las características de las redes de transporte es, claro, que de ellas se benefician tanto las personas que las utilizan más directamente, como también otras muchas que no necesariamente lo hacen, o no tanto. Pensemos, por ejemplo, en el desarrollo que induce en el turismo una buena red de transporte. El desarrollo que genera beneficia tanto al turista y al operador que lo gestiona, como a todos aquellos que ofrecen sus productos o servicios en el marco de la industria turística o al abrigo de ella. Otra característica notable es el gran coste que supone la construcción de una red de transportes en comparación con lo limitado -en términos proporcionales, por supuesto-, de su mantenimiento. Al mismo tiempo los beneficios de su utilización son efectivamente amplios, extendiéndose, como decía, a muchas personas y aumentando, en definitiva, el bienestar social y la prosperidad general".
El Príncipe de Asturias concluyó diciendo "si la articulación, e incluso la misma existencia de una Comunidad Iberoamericana como una suerte de "asociación espiritual" de un conjunto de pueblos, ha pasado por la realidad de las vías de entendimiento y comunicación que suponen las lenguas y culturas afines y los valores compartidos, no dudemos del poder estructurador y constructor, en elámbito de lo más tangible y no sólo, de las infraestructuras de transportes. Ellas también -y mucho- contribuyen a construir comunidad, y hermandad, a construir Iberoamérica".