Don Juan Carlos y Doña Sofía, que viajaron acompañados por el ministro de Educación,Ángel Gabilondo, fueron recibidos a su llegada al Colegio de Educación Infantil y Primaria Alto Ebro por el presidente de la Comunidad Autónoma de Cantabria, MiguelÁngel Revilla, el presidente del Parlamento de Cantabria, MiguelÁngel Palacio, el delegado del Gobierno en la Comunidad Autónoma, Agustín Ibáñez, la vicepresidenta de la Comunidad Autónoma de Cantabria, Dolores Gorostiaga, y el alcalde de Reinosa, José Miguel Barrio. Seguidamente, los Reyes fueron saludados por la secretaria de Estado de Educación y Formación, Eva Almunia, la consejera de Educación del Gobierno de Cantabria, Rosa Tezanos, los miembros de la Comisión de Educación del Congreso Cándida Martínez, Antonio Gómez Trinidad y María Victora Mercant, el director general del Gabinete del presidente del Gobierno de Cantabria, Guillermo Blanco, la directora del Gabinete del ministro de Educación, Isabel Aymerich, la directora general de Evaluación y Cooperación Territorial, Rosa Peñalver, el director general de Coordinación y Política Educativa de la Consejería de Educación del Gobierno de Cantabria, Ramón Ruiz, la presidenta del Consejo Escolar de Estado, Carmen Maestro, la presidenta del Consejo Escolar de Cantabria, Avelina Saldaña, y la directora del Colegio Alto Ebro, Carmen Gutiérrez.
Después de ser saludados por los miembros del Consejo Escolar del Centro, Sus Majestades descubrieron una placa conmemorativa y comenzaron su visita al colegio, durante la que conocieron las aulas de preescolar y de 5º curso, dotada estaúltima de pizarras electrónicas e interactivas y de ordenadores para todos los alumnos, gracias al "Plan 2.0".
Tras firmar en el libro de honor, Don Juan Carlos y Doña Sofía se dirigieron al Instituto de Enseñanza Secundaria Montesclaros, donde fueron recibidos por su director, José Luis Cuenca, y saludados por los miembros del Consejo Escolar.
A continuación, los Reyes iniciaron su recorrido por el Centro, durante el que visitaron el laboratorio y la sala de música. Una vez finalizado, Sus Majestades accedieron al salón de actos y ocuparon sus lugares en la mesa presidencial. Don Juan Carlos abrió la sesión y concedió la palabra al alcalde de Reinosa, al director del Instituto Montesclaros, al ministro de Educación y al presidente de la Comunidad Autónoma de Cantabria.
Las palabras del Rey pusieron fin a la sesión, en las que reiteró "el compromiso permanente de la Corona con la Educación, como factor clave para el porvenir personal, laboral y social de nuestros jóvenes y para el futuro de nuestra gran Nación. En nuestros jóvenes depositamos las mejores esperanzas. A su preparación debemos dedicar los esfuerzos más generosos para que puedan ser los protagonistas de un desarrollo cada vez más justo, solidario y sostenible".
Don Juan Carlos subrayó la necesidad de "una educación que prepare a mujeres y hombres libres, iguales y responsables. Que sea capaz, tanto de fomentar valores, como de desarrollar inteligencias y de transmitir saberes, reforzando la formación integral de nuestros jóvenes y asegurando su movilidad. Impulsemos asimismo la igualdad de oportunidades, dotando a todas las personas de la capacidad de labrarse un porvenir digno para ellas y para sus hijos, en un contexto cada vez más competitivo. En suma, todas estas facetas de la educación reclaman más que nunca nuestra especial atención. Requieren del diálogo, así como del máximo concurso de voluntades. Una labor que hemos de afrontar y atender de manera conjunta, desde las distintas Administraciones, los partidos del arco parlamentario, las instancias sociales y económicas. Desde la sociedad en general y desde las familias en particular. Una tarea de todos y para todos, pues de ella depende el desarrollo cultural, económico y social de nuestra Nación".
Su Majestad hizo un llamamiento "para alcanzar un amplio y sólido acuerdo a escala nacional en torno a la educación, una de las tareas más necesarias y encomiables para el progreso de toda sociedad democrática. Un gran acuerdo social y político que, partiendo de los espacios comunes que todos compartimos y de un diagnóstico experto e independiente, consiga mejorar, modernizar y estabilizar nuestra educación".
Una vez levantada la sesión, los Reyes firmaron en el libro de honor del Instituto. Un encuentro de Sus Majestades con los asistentes en el vestíbulo puso fin al acto.