su llegada a la Base Aérea de San Javier, Don Felipe y Doña Letizia fueron recibidos por el jefe de la Base y director de la Academia General del Aire, coronel Rubén Carlos García Servert. Los Príncipes de Asturias se dirigieron seguidamente a la Plaza de Armas, donde fueron recibidos por el presidente de la Región de Murcia, Ramón Luís Valcárcel Siso, el jefe de Estado Mayor de la Defensa, el general José Julio Rodríguez Fernández, la subsecretaria de Defensa, María Victoria San José Villacé, el jefe de Estado Mayor del Ejército del Aire, el general José Jiménez Ruiz, el general jefe del Mando Aéreo General, el teniente general Fernando Lens Astray, y el almirante de Acción Marítima, Emilio José Nieto Manso.
Después de recibir Don Felipe el Bastón de Mando de manos del coronel director y tras los honores de ordenanza, el Príncipe pasó revista a las tropas. Seguidamente, los Príncipes fueron saludados por el resto de autoridades civiles y de Defensa asistentes, entre las que se encontraban el presidente de la Asamblea de la Región de Murcia, Francisco Celdrán Vidal, el delegado del Gobierno en la Comunidad Autónoma de Murcia, Rafael González Tovar, la alcaldesa de San Javier, Josefa García Hernández, la alcaldesa de Los Alcázares, Encarnación Gil Castejón, el director general del Reclutamiento y Enseñanza Militar, Javier García Fernández, general jefe del Mando de Personal del Ejército del Aire, teniente general, Antonio de Padua Ríos Dominguez, general jefe del Mando de Apoyo Logístico del Ejército del Aire, teniente general Juan Antonio del Castillo Masete, el asesor jurídico General de Defensa, el general consejero togado, Francisco Javier de Mendoza Fernández, el interventor de la Defensa, el general Antonio Zúñiga Pérez del Molino, el inspector general de Sanidad de la Defensa, general Juan Manuel Montero Vázquez, y el general director de Enseñanza del Ejército del Aire, general Antonio Valderrábano López.
Los actos comenzaron con una Oración de acción de gracias a cargo del arzobispo castrense. A su término, tuvo lugar el relevo de abanderados, en el que la alférez número uno de la LXI Promoción hizo entrega de la Bandera al alférez número uno de la LXII Promoción del Cuerpo General de la Escala Superior de Oficiales.
Tras la entrega de los Reales Despachos y condecoraciones a los números uno de las distintas promocione, dio comienzo un desfile aéreo y terrestre en el que participaron una formación de un U-9 Dornier, nueve aviones E-26 y la Patrulla Aguila, además del Escuadrón de Alumnos.
Terminada la parada militar, se rindió Homenaje los que dieron su vida por España, que concluyó con el sobrevuelo de la Patrulla Aguila -coincidiendo con el toque de oración- y una salva de fusilería. Después de la despedida de la Bandera, a los acordes del Himno Nacional, Don Felipe concedió permiso a las tropas para retirarse.
Sus Altezas Reales se dirigieron al Club Social de Alumnos, donde se ofreció un Vino de Honor, cuyo brindis corrió a cargo del jefe del Estado Mayor de la Defensa. Una vez finalizados los actos, los Príncipes de Asturias fueron despedidos por las mismas autoridades que les recibieron a su llegada.