su llegada a la Academia Básica del Aire, los Reyes fueron recibidos por su director, coronel Pablo José Castillo Bretón, que hizo entrega a Don Juan Carlos del bastón de mando. Antes de hacer su entrada en la Plaza de Armas, Sus Majestades fueron saludados por el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera Campo, la subsecretaria de Defensa, María Victoria San José Villacé, el jefe del Estado Mayor del Ejército del Aire, general del aire José Jiménez Ruiz, el general jefe del Mando Aéreo General, teniente general Fernando Lens Astray, y el general jefe de la Fuerza Logística Operativa, general de división Jesús Guerrero Chacón.
Tras los correspondientes honores de ordenanza, el Rey pasó revista a las fuerzas, a cuyo término Sus Majestades fueron saludados por las autoridades civiles y de Defensa asistentes. Dio comienzo seguidamente el acto con una Oración de Acción de Gracias, a cargo del arzobispo castrense, monseñor Juan del Río.
A continuación, Don Juan Carlos condecoró y entregó sus Reales Despachos a los números uno de los Cuerpos General, de Especialistas y de Músicas Militares, los sargentos Luis Francisco Quiñones Gutiérrez, José Iván Quintana Urbano y Francisco Javier Navarro Perdiguero, respectivamente.
El Rey regresó a la Tribuna Real y comenzó la entrega de los Reales Despachos al resto de los miembros de la XVII Promoción del Cuerpo General del Ejército del Aire, formada por 40 sargentos (Seguridad y Defensa y 18 de Mando y Control), de la XVII Promoción del Cuerpo de Especialistas del Ejército del Aire, compuesta por 118 sargentos (49 de Mantenimiento de Aeronaves, 13 de Telecomunicaciones, 10 de Informática, 14 de Administración, 11 de Automóviles, 5 de Cartografía e Imagen y 16 de Armamento), y de la XIX Promoción de Cuerpos Comunes de la Defensa (21 de Músicas Militares).
Después de laúltima lección del curso, a cargo del coronel director, se interpretó el Himno del Ejército del Aire y tuvo lugar un Homenaje a los que dieron su vida por España, en el que participó una escuadrilla de cuatro aviones E-25 del Grupo de Escuelas de Matacán y concluyó con una salva de fusilería.
Tras la toma de posesión del nuevo jefe de la Unidad, Don Juan Carlos dio orden de romper filas a los nuevos sargentos y concedió su permiso al oficial al mando de la fuerza para abandonar la Plaza de Armas. Sus Majestades se dirigieron a continuación a la Tribuna ubicada en la Sala de Autoridades de la Torre de Vuelo para presenciar el desfile aéreo y terrestre.
Una vez finalizada la parada militar, los Reyes mantuvieron un breve encuentro con los nuevos sargentos, seguido de un Vino de Honor, cuyo brindis corrió a cargo del jefe del Estado Mayor del Ejército del Aire, con lo que finalizaron los actos.