Su Majestad la Reina por la inclusión de Personas con Discapacidad Física y Orgánica, en conversación con responsables de “COCEMFE”, que representa a 1.600 asociaciones y dos millones y medio de personas.
Doña Letizia ha mantenido hoy una reunión, por videoconferencia con cinco máximos responsables de COCEMFE, que reúne a 89 entidades estatales, autonómicas y provinciales que aglutinan a más de 1.600 asociaciones y representan a 2,5 millones de personas con discapacidad física y orgánica.
Han participado: Anxo Queiruga, presidente; Daniel Gallego, vicepresidente; Daniel-Aníbal Garcia Diego y Eva Pérez Bdch, secretarios y Elena Antelo, directora gerebte.
Han explicado a la Reina la situación del colectivo al que representan ante la pandemia. Durante el estado de alarma la mayoría de sus entidades cerraron sus puertas, adaptando sus servicios mediante teletrabajo y tratando de dar cobertura a los servicios y centros que no son posibles realizar mediante teletrabajo.
Los centros residenciales sí han permanecido abiertos, así como la mayoría de servicios de ayuda en el hogar y asistencia personal, pero se han suspendido las actividades de centro de di´a y otros servicios sociales especializados como atención temprana, fisioterapia, rehabilitación y recuperación funcional, logopedia, terapia ocupacional y todos aquellos que requieren de una atención de proximidad.
A pesar de que se han hecho grandes esfuerzos por continuar su prestación de forma telemática, como servicios esenciales, requerían una intervención presencial no posible durante las etapas más rigurosas del confinamiento.
Desde las asociaciones de COCEMFE se desarrollan programas y servicios en el medio rural, que a pesar de que el nivel de incidencia del virus ha sido menor, el esfuerzo por acercar los servicios a lugares con población más dispersa ha sido doblemente complicado.
A esto se anñade la situación de las personas con discapacidad orgánica y/o enfermedades crónicas que han visto paralizados sus tratamientos, muchos de ellos prestados en centros hospitalarios, por evitar contagios lo que supone un riesgo para su situación médica de base.
Sólo dentro del colectivo de pacientes renales se han infectado en torno a 1700 personas, falleciendo en este período más de 400.
Cabe destacar que los primeros momentos de la crisis fueron especialmente duros, debido a la inexistencia de material de protección, desinformación, situaciones de baja por parte de la plantilla e imposibilidad de cubrirlas y cierto abandono por parte de las administraciones, en lo que se refiera a usuarios/as y plantillas de centros residenciales especialmente.
Esta situación ha supuesto un gran esfuerzo tanto económico, como por parte de los profesionales que han duplicado esfuerzos por continuar con la labor de las organizaciones, teniendo que hacer frente por parte de COCEMFE a compras centralizadas de materiales para hacer frente a COVID19 y distribuirlo a todas las entidades de COCEMFE por todo el territorio nacional.
Los centros especiales de empleo también se están viendo afectados en mayor o menor medida según el tipo de actividad y las características de los trabajadores, muchos de los cuales están dentro del grupo de riesgo.
Existe una preocupación especial en relación a la sostenibilidad de las entidades y muchas de las actividades de los programas subvencionados han tenido que cancelarse.