Don Felipe, en su intervención, afirmó que será "el factor humano que pueda añadir cada trabajador individualmente, combinado con una formación adecuada y en permanente actualización, lo que marque la diferencia. Y si, como individuos, seguimos superando a las máquinas en muchos aspectos, la diferencia es mayor cuando actuamos como una inteligencia colectiva, como una comunidad. De ahí que sea tan importante reforzar todos los aspectos de la educación que faciliten la cooperación, como el trabajo en equipo o el liderazgo, que serán también aspectos claves en los perfiles educativos y laborales del futuro".
En este sentido, Don Felipe señaló que "ese elemento humano" implica "una comprensión profunda de las emociones" y que, en general, "el dominio de la empatía, no solo será esencial para mantener el trabajo de cada individuo y para construir equipos que cooperen. También desempeñará un papel fundamental en la búsqueda de acuerdos a mayor escala como sociedad, entre otros, aquellos que nos aseguren un desarrollo tecnológico más justo e inclusivo".
Su Majestad el Rey subrayó que Cotec España ha puesto de manifiesto que "la especialización extrema que caracterizó al empleo en las primeras sociedades industriales puede no ser la estrategia de adaptación más adecuada para el entorno laboral presente y futuro. Por eso, aconseja hoy más que nunca promover en todos los niveles educativos el valor de la adaptación al cambio. Por regla general, cuanto más especializada es una tarea -física o intelectual-, más fácil es de automatizar. Por el contrario, todavía vemos muy lejana la posibilidad de crear una inteligencia artificial con lo que llamamos 'sentido común', o que un mismo robot sea capaz de realizar con precisión muy diferentes tareas".
No obstante, advirtió que no debemos "asociar exclusivamente la educación con la empleabilidad. Cuando más falta nos hace la integración de saberes ─precisamente para poder comprender y afrontar mejor los cambios en los que estamos inmersos─, más debemos hacer frente a la desconexión entre ciencias naturales, ingenierías, humanidades y artes. Si formamos a nuestros jóvenes con el único fin de que desempeñen un número limitado de funciones, nos estaremos equivocando, pues comprometeremos su empleabilidad y también su integridad".
Finalizada la sesión de clausura, Don Felipe y Don Juan Carlos junto a los Presidentes de Italia y Portugal, se dirigieron a la Sala del Capítulo, donde saludaron a los asistentes y compartieron un almuerzo ofrecido por el Presidente de la República Portuguesa.