l BPE "Juan Carlos I" será el navío de mayor tonelaje y dimensiones de la Armada, y podrá ser utilizado como plataforma para aeronaves (portaaviones alternativo), como buque anfibio para Infantería de Marina o como buque de proyección de fuerzas del Ejército de Tierra y en misiones de apoyo humanitario. Tiene 230 metros de eslora, una dotación de 243 marineros y capacidad para el transporte de tropas, lanchas, vehículos de desembarco y una plataforma con capacidad para 30 aeronaves.
En su construcción, a cargo de la empresa española Navantia, se han invertido 360 millones de euros. En una primera fase contará con cañones de 20 milímetros y ametralladoras de 12,7 milímetros, y en un futuro manejará un sistema antimisil de Defensa de Punto (tipo ESSM o RAM). En su cubierta de vuelo, de unos 200 metros de longitud, podrán despegar y aterrizar aviones de despegue vertical y al menos cuatro helicópteros "Chinook" o 6 aparatos tipo SH-3D o NH-90. También cuenta con hospital a bordo, que incluye quirófanos, salas de dentista, enfermería, consultas y curas, así como una unidad de infecciosos, área de selección de heridos, de rayos X, laboratorio y farmacia.
Está prevista su entrega a la Armada a finales de este año o a principios del próximo.
A su llegada a la dársena del astillero de Navantia, Sus Majestades los Reyes y Sus Altezas Reales los Príncipes de Asturias fueron recibidos por el presidente de la Xunta de Galicia, Emilio Pérez Touriño; el ministro de Defensa, José Antonio Alonso; el ministro de Cultura, César Antonio Molina; el delegado del Gobierno en Galicia, Manuel Ameijeiras; el alcalde de Ferrol, Vicente Irisarri; el jefe del Estado Mayor de la Armada, Sebastián Zaragoza Soto; el general jefe de la Fuerza Logística Robles, Juan Yagüe; el presidente de la SEPI, Enrique Martínez Robles; y el presidente de Navantia, Juan Pedro Gómez Jaén.
A pie de tribuna, los Reyes y los Príncipes fueron saludados por el director del Astillero de Ferrol, Ángel Recamán. Tras la bendición del barco por parte del capellán, el director del Astillero hizo entrega de un mazo a Doña Sofía, con el que la Reina rompió las sujeciones del buque y cortó la cinta. Al encuentro del navío con el mar se interpretó el Himno Nacional.
Después de saludar Sus Majestades y Sus Altezas Reales a los miembros de Comité de Empresa de Navantia, se dirigieron al edificio de Herrerías para inaugurar la Exposición de Construcción Naval, EXPONAV.