A
ntes de clausurar esta reunión deseo expresar mis profundos sentimientos de satisfacción, de gratitud y de esperanza.
Mi satisfacción por haber podido comprobar de nuevo la amplitud y la calidad de los proyectos desarrollados hasta ahora por el Centro que, en solo cinco años desde su inauguración, ha conseguido convertirse en un punto de referencia cultural, académico, político y empresarial del mundo hispánico en Nueva York.
No es fácil hacerse notar en una ciudad dotada de una gran riqueza de instituciones públicas y privadas que compiten por ganar la atención de aquellos medios a los que dirigen sus actividades. Pese a ello, el Centro ha alcanzado en tan corto espacio de tiempo un papel protagonista en todas las materias de interés, no solo para España, sino para el conjunto de los países iberoamericanos.
Esta dimensión iberoamericana nos hace sentirnos aún más satisfechos por haber colaborado a su creación, contando para ello con el esfuerzo, el trabajo y la cooperación de las personas e instituciones aquí presentes.
Por ello quiero subrayar mi agradecimiento al Doctor John Brademas, incansable defensor y promotor de las relaciones de España e Iberoamérica con los Estados Unidos, quien hace diez años me explicó su proyecto de crear un centro de esta naturaleza en el marco de la Universidad de Nueva York.
Aquella idea que podía parecer un sueño, se hizo realidad gracias a su tesón y a la colaboración de las personas que desinteresadamente le ayudaron a crear la Fundación, desarrollar el proyecto y lograr los fondos que permitieran financiar las obras de renovación del Judson Hall para convertirlo en el Centro de cuya existencia hoy estamos todos orgullosos.
Es evidente que esta realidad no hubiera sido posible sin la cooperación de las instituciones que contribuyeron generosamente a dotar a la Fundación de esos fondos. He aquí un buen ejemplo de colaboración entre el mundo empresarial y el mundo universitario.
De un lado, un prestigioso grupo de instituciones españolas que aportaron su apoyo financiero, y del otro, la universidad privada más grande del mundo, que cedió un edificio singular a perpetuidad como sede del Centro, y ha aportado los recursos necesarios para el desarrollo de sus actividades.
Deseo, por ello, reiterar mi gratitud a la Universidad de Nueva York por el interés que viene demostrando por España, confirmado por la carta de su recientemente nombrado nuevo Rector, el Profesor John Sexton, a quien esperamos recibir en nuestro país para manifestarle personalmente nuestro agradecimiento.
Finalmente, unas palabras de esperanza en el futuro, fundamentadas en lo que hoy hemos escuchado de los responsables de la Fundación y del Centro. El hecho de que la Universidad de Nueva York inaugure en Madrid su propia sede para su programa de estudiantes norteamericanos de lengua, literatura e historia españolas, ratifica ese deseo de la Universidad de estrechar sus vínculos con España.
La presencia de la Fundación y del Centro en esa sede nos congratula por cuanto permitirá el desarrollo paralelo de actividades en Nueva York y en Madrid, así como una mayor vinculación y colaboración con las instituciones españolas que comparten inquietudes en temas de interés común. Considero, por tanto, de justicia que del lado español hagamos todo lo posible por corresponder a tan constante demostración de interés por España de tan prestigiosa Universidad.
No puedo terminar sin expresar mi más sincera satisfacción por el contenido de la exposición del Profesor Edward Sullivan referente a la iniciativa de la Universidad de llevar a cabo un estudio multidisciplinar de las comunidades de hispanos en los Estados Unidos.
Todos somos conscientes de la importancia cultural, económica y política que está adquiriendo lo que hace años se consideraba la minoría hispana, pero que está experimentando un importante crecimiento demográfico.
La vocación iberoamericana de España no sería completa si ignorase esa comunidad originaria de los países hermanos del continente americano, por lo que sería de desear la colaboración de instituciones españolas con la Universidad de Nueva York en la realización de este estudio.
Muchas gracias.