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eseo agradecer, en primer lugar, al Excmo. Ayuntamiento de Moscú su participación en este acto y expresarle nuestra gratitud por el decidido apoyo que ha prestado siempre al Centro Español de Moscú, haciendo posible que nos congreguemos aquí en esta ceremonia.
Recuerdo que hace un año me reunía con vosotros en el Centro Español de Moscú. Entonces me enseñasteis el proyecto de este monumento que hoy se hace realidad. Os felicito. Conozco el arduo y largo esfuerzo que habéis realizado durante todos estos años. Y me imagino la alegría que os embarga en estos momentos al ver finalmente su realización.
Vosotros, los llamados?Niños de la Guerra?, vinisteis a estas tierras huyendo de nuestra guerra civil. Al poco tiempo de llegar a este país de acogida tuvisteis que enfrentaros nuevamente al horror de la guerra. En esta dramática experiencia, que marcó vuestras vidas, fuisteis testigos directos y también víctimas de los sufrimientos que conlleva una contienda en la que muchos de vuestros compañeros perdieron la vida. Que este monumento, obra de Antonio Mije, también?niño de la guerra?, sirva como emocionado recuerdo permanente dedicado a todos ellos y también a todos los españoles que sufrieron en este país las terribles consecuencias de la Segunda Guerra Mundial.
Quisiera ahora dedicar unas palabras al que durante años fue el Presidente de Centro Español de Moscú, Alberto Fernández Arrieta. Alberto fue un niño vasco, de Bilbao, que sufrió, luchó y consagró su vida al Centro Español y a lograr que obtuvieseis todas las mejoras posibles y también a conseguir que este monumento fuese hoy una realidad. Sus Majestades los Reyes recuerdan con gran cariño su última visita al Centro, en 1997, en la que Alberto les dijo que el día que se inaugurase este monumento un gran sueño se vería cumplido. Esas mismas palabras también me las repitió en Febrero del pasado año. Pues bien, hoy se cumple ese sueño. Este monumento está dedicado a todos los españoles que cayeron en la Segunda Guerra Mundial, y a todos los que, como Alberto Fernández, habéis trabajado de forma ejemplar para que en este impresionante Parque de la Victoria se recuerde a España. Por eso, vosotros, los?Niños de Rusia? que lo habéis hecho posible, tenéis toda la admiración y el más profundo cariño de vuestros compatriotas.
La España de hoy, la España constitucional y plenamente democrática, que garantiza la convivencia y el disfrute de los derechos y libertades, la que ha logrado recuperar el puesto digno que le corresponde en la historia de Europa, ha querido asimismo plantar este símbolo de reconciliación y hermandad en tierra rusa como prueba de la buena voluntad y el afecto de nuestro pueblo hacia el pueblo ruso que os acogió. Los valores democráticos y cívicos que defendemos, las raíces y la cultura de España, que habéis sabido querer y promover de corazón con tanta eficacia en esta tierra, también quedan hoy representadas de forma permanente en el corazón de Moscú, en este hermoso monumento.
Vuestro legado de españoles queda así recogido en piedra y acero para ejemplo y memoria de las generaciones venideras.
Estoy seguro de que este acto de homenaje servirá para recordarnos una parte importante de la historia compartida por rusos y españoles y, con ella, reafirmar un vínculo fecundo que acerque aún más a nuestros pueblos.
Muchas gracias.