M
ajestad,
Vuestra Visita de Estado a España, la primera que realiza un Soberano saudí desde hace veintiséis años, simboliza la relación tan estrecha y fraternal que une a nuestros Estados, nuestros pueblos y nuestras dos Casas Reales.
En 1984 ya tuvimos el honor de recibiros en Vuestra Visita Oficial como Príncipe Heredero.
Al daros hoy de nuevo nuestra bienvenida de corazón a España, os acogemos, junto a Vuestro distinguido séquito, con la misma fraternal hospitalidad que la Familia Real Al Saud siempre nos ha brindado, tanto a la Reina y a mí, como al Príncipe de Asturias.
Una hospitalidad que volvimos a sentir durante nuestra última estancia en Riad el año pasado.
Confío en que Vuestra Visita de Estado abra la puerta a una colaboración todavía más estrecha entre dos Naciones pujantes y dinámicas, como Arabia Saudí y España, una España que no puede entenderse sin la confluencia de los diversos pueblos que forjaron nuestra identidad.
Majestad,
Durante ocho siglos nuestra estrecha convivencia con el mundo árabe generó aportaciones decisivas a la ciencia, a la filosofía y al arte.
Grandes filósofos como Ibn Jaldún y Averroes iluminaron toda una época con saberes que causaron admiración en el mundo. Nuestra historia contiene un testimonio vivo de la presencia árabe e islámica en España, presencia que contribuyó a enriquecer nuestra cultura y creó singulares lazos entre nosotros.
Muestra de ello ha sido la reciente inauguración de la llamada ?Casa Árabe?, institución que quiere contribuir a fortalecer y consolidar la relación de España con el mundo árabe y musulmán, y a seguir avanzando en el conocimiento mutuo.
Majestad,
En este mismo Palacio se celebró en 1991 la Conferencia de Paz de Madrid, que marcó el lanzamiento del Proceso de Paz para el Oriente Medio, apoyado por España con empeño.
Por desgracia, las expectativas de paz y prosperidad no se han materializado, y la situación en la región es hoy dramática, lo que nos preocupa gravemente.
Por eso, saludamos la clarividencia y los denodados esfuerzos de Vuestra Majestad, para desbloquear esta complicada situación y volver a la senda de la paz y de las negociaciones.
En particular, albergamos la esperanza de que la Iniciativa Árabe de Paz, relanzada en la reciente Cumbre Árabe de Riad, nos devuelva a un escenario de búsqueda de una solución justa y duradera para los conflictos que asolan la región.
Majestad,
Nuestros dos países padecen el flagelo del terrorismo, que condenamos rotundamente.
Debemos rechazar las interpretaciones injustas, que quieren utilizar los credos o las culturas para sembrar entre nosotros el odio y la división.
Majestad,
Debemos reforzar los puentes que a lo largo de los tiempos hemos tendido entre nuestros pueblos y culturas.
Durante nuestro último Viaje Oficial a Riad se firmaron importantes acuerdos. Con motivo de Vuestra Visita se firmarán mañana otros, igualmente significativos, que nos permitirán elevar el nivel de nuestras excelentes relaciones bilaterales.
Quiero referirme al Fondo Hispano-Saudí de Infraestructuras, cuyo funcionamiento nos permitirá potenciar de forma extraordinaria nuestras relaciones económicas, incorporando activamente al sector privado.
Majestad,
España apuesta por un futuro compartido entre nuestros dos países, una asociación estratégica entre los pueblos saudí y español, que aspiran a convertirse en referentes, en estos albores del siglo XXI.
Con este espíritu, quiero expresar mis mejores votos por Vuestro bienestar personal, por el de Vuestra Real Familia, por la prosperidad del Reino de Arabia Saudí y por la amistad entre nuestros dos pueblos.
Muchas gracias.