M
uchas gracias, Señor Presidente del Gobierno de Navarra, por su afectuosa acogida y las amables palabras con las que expresa el cariño y el respeto que siempre he recibido de los navarros y de sus representantes al visitar esta querida, bella y singular Comunidad Foral.
Me alegra profundamente poder compartir un año más con todos vosotros esta jornada cultural, que refleja bien el espíritu de Navarra. Un espíritu a la vez activo y emprendedor, generoso y abierto. Mi presencia entre vosotros me permite, como Príncipe de Viana y Heredero de la Corona de España, enaltecer y reconocer vuestros más insignes valores culturales, así como renovar mi testimonio de homenaje a la Historia y a los Reyes de Navarra, que tanta raigambre y gloria aportaron a la rica y variada esencia del devenir español. Esa historia, junto a la intensa relación institucional y de afecto que crecen con cada visita, me comprometen especialmente con todos los navarros.
Las piedras venerables de este monasterio de San Salvador de Leyre, construido hace más de un milenio y mantenido durante este largo tiempo como símbolo histórico y cultural de Navarra, acogen nuestra cita anual para celebrar la Décimo Octava Edición de la entrega del Premio Príncipe de Viana de la Cultura.
Cada año, el Premio Príncipe de Viana distingue la trayectoria ejemplar de una persona o de una entidad, que dedica sus mayores esfuerzos a incrementar el acervo cultural común desde un ámbito específico del Arte, de la Técnica o de la Ciencia, unas veces mediante actividades de promoción y fomento y, otras, de creación, investigación o estudio.
Un Premio con el que queremos destacar la importancia del cultivo de la razón y de la sensibilidad en el desarrollo armónico de la sociedad.
En esta ocasión tenemos la oportunidad de reconocer esas múltiples facetas en la trayectoria artística e intelectual de una sola persona, D. Pedro Iturralde, que acaba de recoger el premio.
Le dirijo a él mi más cordial y efusiva felicitación, a la que uno mi admiración por su música, por su gran obra y destacada trayectoria, tan presentes en las palabras que acaba de pronunciar.
Pedro Iturralde es un músico ejemplar, inquieto e innovador que simboliza en sí mismo la gran tradición musical de Navarra, forjada por tantos compositores e intérpretes excepcionales, y que él ha sabido renovar.
Navarra, en efecto, a lo largo de siglos ha logrado aunar las arraigadas cualidades melódicas y vocales que distinguen a numerosos hombres y mujeres de esta tierra, con el vigoroso esfuerzo que una larga y exigente formación requiere.
Virtuosos, solistas y autores navarros, enamorados de la música y dotados de una calidad artística sobresaliente, han podido enriquecer la cultura de esta Comunidad y del resto de España, contribuyendo con sus composiciones e interpretaciones a la proyección universal de nuestra creación artística.
La música expresa, con una incomparable riqueza de matices, la profundidad del espíritu humano, sus anhelos e inquietudes; y muestra los sentimientos comunes y característicos de cada pueblo, ofreciéndolos como regalo generoso al conjunto de la Humanidad.
La música permite difundir y compartir emociones y sensaciones, superando las barreras que trazan los idiomas, las diferencias de costumbres o creencias, o las coyunturas y las modas de cada época o país.
La notable sensibilidad estética y el profundo conocimiento musical de Pedro Iturralde, depurados por una permanente voluntad de estudio, le permiten imaginar y construir con espíritu creador ámbitos musicales nuevos, inspirados en elementos y técnicas procedentes de diferentes culturas y países.
Nacido en la villa navarra de Falces, Pedro Iturralde heredó de su padre, clarinetista de conciertos populares, la afición por los instrumentos de viento. Con dedicación y entrega absolutas, que alentaron su talento, nuestro galardonado logró convertir esa afición en arte grande, aplaudido en España, en el resto de Europa, en las Américas o en Asia.
Pionero del jazz en nuestro país, gran creador de la relación artística entre el jazz y el flamenco, Iturralde, ha descubierto nuevos mundos musicales al adentrarse en músicas folklóricas y dotarlas de una dimensión distinta y atractiva que el público español, primero, y el internacional, después, han valorado con un aplauso cálido y constante.
La profundidad y brillantez de su música se vinculan estrechamente a su maestría en el dominio y la investigación del saxofón. Incluso ha sido capaz de llevarlo a entornos hasta ahora inexplorados para este instrumento, como la música de cámara. Con él ha protagonizado también otros conciertos memorables, en escenarios emblemáticos y acompañado por prestigiosas orquestas sinfónicas.
En el jazz, Pedro Iturralde no sólo ha obtenido grandes éxitos como intérprete, sino que ha destacado igualmente como compositor, actividad en la que también han sido ampliamente premiadas sus creaciones.
Destaca asimismo su aportación a la música como maestro, desde su condición de Catedrático del Real Conservatorio Superior de Madrid, donde ha dejado la impronta de su técnica, su expresividad, su afán de renovación y su entusiasmo a numerosos alumnos, hoy integrados en reconocidas formaciones musicales de distintos países.
Quisiera también subrayar la disposición tan positiva que Pedro Iturralde siempre ha demostrado hacia nuevos proyectos musicales, con su colaboración, saber y aliento al desarrollo de la música y de la cultura.
Con la entrega de este Premio Príncipe de Viana de la Cultura, Navarra distingue el ejemplo de uno de sus hijos, cuya creatividad, ilusión y esfuerzo le convierten en un referente internacional en la música contemporánea.
Reitero mi más afectuosa felicitación a D. Pedro Iturralde por este merecido Premio que Navarra le otorga. Le agradezco, en nombre de los aficionados a la música, su gran aportación al arte que todos disfrutamos. Estoy convencido de que este Premio le servirá de nuevo estímulo en su gran carrera musical como intérprete, compositor, y maestro.
Muchas gracias también a cuantos contribuyen a hacer posible esta convocatoria, junto a muchas otras actividades, certámenes y programas, que subrayan el carácter preponderante y precursor de la cultura en la vida y progreso de Navarra y hacen de esta Comunidad Foral una tierra abierta y solidaria con el resto de España y con el mundo.
Muchas gracias.