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Excmo. Señor Presidente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.- Excmas. e Ilmas. Autoridades.- Señoras y Señores.
Comienzo esta primera visita oficial a Castilla-La Mancha en primer lugar agradeciéndoos la cordialidad con que me recibís y que en vuestro nombre me ha manifestado el Presidente de la Junta. De corazón os correspondo con mi sincero afecto.
Sabéis que no es ésta la primera vez que vengo a esta tierra para expresar el interés con que sigo vuestras actividades universitarias y empresariales, y admirar vuestros espacios naturales.
Pero este viaje tiene para mí un significado especial. Durante los próximos días voy a tener ocasión de conoceros mejor y escucharos más directamente. De tal manera que vamos a hacer juntos este camino.
Castilla-La Mancha vive una etapa de renovación que ha supuesto un cambio profundo en su modo de vida y un avance sustancial de su recuperación demográfica, su nivel educativo y sus expectativas de futuro.
La modernización de sus cultivos tradicionales, el incremento de su sector industrial y su creciente proyección exportadora son los capítulos más importantes de su desarrollo económico.
Un desarrollo ambicioso, que además de potenciar y rentabilizar los recursos y estructuras ya existentes, incluye significativas innovaciones en las áreas que van a definir el futuro: como las energías renovables, las nuevas tecnologías, el cuidado del medio ambiente y la formación de profesionales cada vez más capacitados para responder a las exigencias del horizonte que habéis sabido crear.
El enorme esfuerzo que habéis realizado para conseguirlo merece el reconocimiento que con enorme gusto os expreso personalmente al llegar aquí. Y os lo expreso, a vosotros, hombres y mujeres de Castilla-La Mancha, y a vuestras instituciones, que tanto han hecho para promover vuestro avance colectivo. Son ellas quienes os han facilitado, e incluso anticipado, los instrumentos y cauces necesarios para impulsarlo, y quienes han cuidado siempre especialmente sus aspectos y repercusiones sociales, y la extensión de sus beneficios al conjunto de los ciudadanos.
Podéis sentiros orgullosos de haber sido capaces de remover con vuestro trabajo los obstáculos que hasta hace bien poco entorpecían vuestro crecimiento, y de haber contribuido, en el ámbito que os corresponde y con una solidaridad que os honra, a la construcción de la España que hoy vivimos, cada vez más integrada en los caminos y esperanzas que marcan los ejes de este tiempo.
Sois una tierra noble con una historia larga, que tan bien testimonian vuestros monumentos, pero sobre todo vuestras calles y plazas, por las que han circulado y siguen haciéndolo las vidas y hazañas de vuestras gentes.
Unas tan ilustres como el Arcipreste de Hita o Garcilaso de la Vega, que tan bien cumplieron la tarea de hacer adulta nuestra lengua. Otras más cercanas en sus quehaceres cotidianos y sus preocupaciones habituales, pero no por eso menores, pues son el nervio y la savia de esta Comunidad en el presente y la mejor garantía de su futuro.
A partir de hoy voy a reunirme con quienes representan el pulso y el temple de esta región y de sus instituciones, empresas y sindicatos, Universidad y cultura, y medios de comunicación, así como con sus viticultores y artesanos, mujeres y jóvenes y con organizaciones medioambientales.
Mucho espero de estos encuentros y de las visitas que voy a realizar a empresas, cooperativas, museos y otros centros, en los que voy a escuchar las opiniones, acoger las iniciativas y compartir las reflexiones de cuantos se esfuerzan cada día en transformar la realidad y abrir mejores perspectivas a vuestras ilusiones.
A ellos y a todos os animo a perseverar en esta tarea, unidos siempre en torno a metas e intereses comunes y procurando juntos un avance que a todos beneficie.
Tenéis mi apoyo y compañía en este recorrido, en el que podéis contar conmigo como yo lo hago plenamente con todos vosotros.