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uchísimas gracias por haber venido a encontraros con nosotros.
El hecho de poder saludaros hoy aquí, en esta Embajada cuya primera piedra pusimos cuando visitamos este país hace doce años, simboliza bien el cambio que han experimentado en este tiempo nuestras relaciones con Polonia, cada vez mas estrechas y fructíferas.
La transformación que España ha experimentado en las últimas décadas nos ha llevado a ampliar nuestros horizontes, a asumir nuevas responsabilidades y retos en la escena internacional y a volver nuestra mirada hacia zonas que antes no estaban entre nuestras prioridades. Europa Central y Oriental era una de esas zonas en las que nuestra presencia era casi testimonial y que ahora, en cambio, ocupa un destacado lugar entre nuestros objetivos.
La ampliación de la Unión Europea dota de una singular relevancia a nuestras relaciones con Polonia, a las que nuestros Gobiernos han decidido otorgar un carácter especial y privilegiado.
Por experiencia personal sé que vivir lejos de la patria es una situación que puede llevarnos a la nostalgia y en ocasiones a sentirnos desplazados, extranjeros, por fuertes que sean los lazos que nos unen a la tierra de adopción.
La Reina y yo queremos haceros llegar nuestra simpatía y nuestro aliento. Sea cual sea la razón que os trajo a Polonia, el matrimonio, el trabajo, el estudio, la colaboración empresarial, sabed que con vuestra actividad, buen hacer y profesionalismo contribuís a difundir una imagen de España que suscita simpatía, afecto y admiración.
Os animamos a mantener ese espíritu, con el que prestáis una ayuda inestimable al fortalecimiento de los lazos, cada vez más estrechos, que nos unen con este gran país amigo, aliado y, dentro de poco, socio en la Unión Europea, que es Polonia.
Por todas estas razones, quiero daros las gracias y transmitiros el cariñoso saludo de todos vuestros compatriotas.