on Felipe presidió la clausura de la regata "Barcelona World Race 2010/11", que organiza la Fundación Navegación Oceánica Barcelona.
Esta competición es laúnica regata a vela alrededor del mundo con dos tripulantes por barco. El recorrido es de Barcelona a Barcelona, pasando por los cabos de Buena Esperanza, Leeuwin, Hornos y el estrecho de Cook, dejando la Antártida por estribor. La longitud aproximada del recorrido es de 25.000 millas náuticas (46.300 km) sobre la ortodrómica, la ruta más corta sobre la superficie de la Tierra.
La salida tuvo lugar el 31 de diciembre de 2010. La embarcación ganadora fue la francesa "Virbac-Paprec 3", tripulada por Jean-Pierre Dick y Loïck Peyron, que llegó a Barcelona el pasado 4 de abril.
La segunda posición fue para Iker Martínez y Xabier Fernández, a bordo del "Mapfre", mientras que los terceros clasificados fueron Pachi Rivero y Antonio Piris, que tripulaban el "Renault Z.E.".
Acompañaron al Príncipe de Asturias y de Girona, entre otras autoridades, el secretario general de Turismo y Comercio Interior, Joan Mesquida; el alcalde de Barcelona, Jordi Hereu; el presidente de la Fundación Navegación Oceánica Barcelona (FNOB), Pere Alcober; y la vicepresidenta de la Generalitat de Cataluña, Joana Ortega.
En su intervención, pronunciada en español, catalán e inglés, el Príncipe de Asturias y de Girona, expresó su "admiración" a los participantes manifestando que la Barcelona World Race "es una prueba singular en la que se funden deporte y aventura extrema, y en la que se requiere ser de una pasta especial física y mentalmente, además de una preparación excepcional con un equipo potente y muy profesional. Lo sé bien, por mi afición a la vela y conocedor del medio, y tengo que confesaros que me hubiera gustado intentarlo".
Asimismo, Don Felipe puso en valor "la participación de especialistas internacionales tan destacados", y expresó su satisfacción "por el altísimo nivel actual de la vela española, que ha contribuido a reforzar y elevar el grado de excelencia que el deporte español vive desde hace lustros y que finalmente está logrando consolidarse también en el apasionante y difícil mundo de la vela oceánica moderna".
Antes de concluir, Su Alteza Real destacó la adaptación de la regata a "las exigencias del mundo globalizado y de la realidad virtual, con el uso de losúltimos instrumentos y tecnologías de la comunicación para el seguimiento de las embarcaciones, con sistemas on-line, y sin olvidar tampoco la intensa utilización de las redes sociales".