su llegada a la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, Don Felipe fue recibido por su presidente, Marcelino Oreja, y el secretario, Fernando Suárez González, y fue saludado por los académicos.
Seguidamente, Su Alteza Real abrió la sesión y concedió la palabra sucesivamente al presidente de la Academia, quien declaró abierta la Junta extraordinaria y pública con el objeto de recibir a Don Emilio Lamo de Espinosa, e invitó a los académicos a acompañar al nuevo académico hasta su lugar. A continuación, Emilio Lamo de Espinosa leyó su discurso titulado "La sociedad del conocimiento. Informacion, ciencia sabiduria", que fue contestado en nombre de la Corporación por Luis González Seara.
Finalizadas estas intervenciones, el Príncipe de Asturias impuso a Emilio Lamo de Espinosa la Medalla Académica y le hizo entregó del Diploma, los Estatutos y el Reglamento.
Después de levantar la sesión, Don Felipe fue despedido por las mismas personas que le recibieron a su llegada.
La Real Academia de Ciencias Morales y Políticas tiene su acta de nacimiento en un Real Decreto firmado por Isabel II el 30 de septiembre de 1857 que le encomienda "cultivar las ciencias morales y políticas". Este nacimiento supuso que en España, habían llegado a su mayoría de edad, con vida propia ya o anunciando su nacimiento (siguiendo la evolución europea y con la participación cada vez más activa de la sociedad en la vida política), las ciencias dedicadas al estudio de la actividad política y económica (Ciencia Política y Económica) y las del comportamiento de los individuos en sociedad (Sociológica), englobadas antes en otras (Derecho y Filosofía) que habían pasado a construir sus bases teóricas.