nualmente, la Apertura de Curso de todas las Reales Academias se celebra en una sede diferente siguiendo el orden de antigüedad. De las ocho Reales Academias que componen el Instituto de España, Real Academia Española, Real Academia de la Historia, Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, Real Academia Nacional de Medicina, Real Academia de Jurisprudencia y Legislación y Real Academia Nacional de Farmacia, en esta ocasión le corresponde el turno a estaúltima.
A su llegada a la sede de la Real Academia Nacional de Farmacia, Don Juan Carlos y Doña Sofía fueron recibidos por el ministro de Educación,Ángel Gabilondo, y la presidenta de la Real Academia Nacional de Farmacia, María Teresa Miras. Seguidamente, fueron saludados por los miembros de la Junta de Gobierno de la Real Academia Nacional de Farmacia, el presidente del Instituto de España y director de la Real Academia Española, Víctor García de la Concha, y los presidentes y directores de las demás Reales Academias.
Antes de acceder al Salón de Actos, Sus Majestades tuvieron oportunidad de contemplar un retrato de Don Juan Carlos en el despacho de la presidenta de la Real Academia, realizado por el pintor José Pantaleón.
Tras abrir Su Majestad el Rey la sesión, concedió sucesivamente la palabra a la presidenta de la Real Academia Nacional de Farmacia, al secretario general de la Real Academia Nacional de Farmacia, Antonio Luis Doadrio, quien dio lectura a la memoria de la Academia, y al académico de la Real Academia Nacional de Farmacia José Luis Vila Jato, quen pronunció la conferencia "La liberación de los medicamentos: Una ciencia en expansión", y al ministro de Educación.
Una vez finalizadas estas intervenciones, Don Juan Carlos pronunció su discurso, en el que recordó que "con el amparo e impulso de la Corona, las Reales Academias surgieron de las ansias de progreso de la Ilustración para vertebrar e integrar los conocimientos en torno a las Ciencias, las Humanidades y las Artes".
Su Majestad puso de relieve que "una de las claves de la tradición de las Reales Academias es su estabilidad e independencia, que les permite abordar el conocimiento desde una perspectiva integral e interdisciplinaria. Su cultivo del saber y del ideal estético ha permitido que hayan podido servir a la sociedad y que sigan haciéndolo desde el rigor, el amor a la verdad y la búsqueda de la excelencia. De este modo las Reales Academias han sabido consolidar y ampliar su prestigio, así como ensanchar el reconocimiento que merecen por parte de nuestra gran Nación, a cuyo bienestar y progreso tanto contribuyen".
El Rey destacó la importancia de la renovación de la regulación normativa por la que se rige el Instituto de España, una modernización que "conservando los aspectos más valiosos de su trayectoria, persigue reforzarlo como punto de encuentro de las Reales Academias y cauce para coordinar el cumplimiento de aquellas funciones que resulte preferible ejercer en común. Asegurando la autonomía de todas y cada una de las Reales Academias, se busca asimismo promover su apertura a la sociedad y adecuar su funcionamiento al modelo territorial derivado de nuestra Constitución".
Asimismo, Don Juan Carlos manifestó que "en momentos de crisis económica se realza el potencial que para nuestro progreso encierra la valiosa aportación de las Reales Academias. Su capacidad de generación y de transmisión del conocimiento se encuadra dentro de una gran tarea colectiva. Así lo han entendido al entrelazar su labor en grandes redes de excelencia. Lo hacen conscientes de que sólo a través de la investigación, innovación, y divulgación del saber, podremos asentar las bases de una sociedad más libre, más fuerte, y más próspera".
Después de declarar el Rey inaugurado el Curso 2010-2011 de las Reales Academias del Instituto de España y levantar la sesión, Sus Majestades se dirigieron al vestíbulo, donde departieron unos instantes con los asistentes al acto, con lo que concluyó el acto.