a historia de la Real Academia de Doctores de Cataluña se remonta a 1877, con el intento de crear una Academia de Doctores, al amparo de una Ley de 1857. En 1914 se funda la "Agrupación de Doctores matriculados en Cataluña", como primer precedente de la actual Academia de Doctores. Cambia su denominación en 1920, y pasa a llamarse "Colegio de Doctores matriculados en Cataluña", reconocida oficialmente en 1924 mediante Real Orden del Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes.
La Real Academia de Doctores se constituye con el título de "Real" por concesión de Don Juan Carlos, el 2 de octubre de 1989. Está compuesta por cien académicos, distribuidos en cinco secciones: Ciencias de la Salud, Ciencias Sociales, Ciencias Humanas, Ciencias Experimentales y Ciencias Tecnológicas. En este curso académico, la Real Academia de Doctores ostenta la presidencia del Consejo Interacadémico de Cataluña, que esta formado por la Real Academia de Doctores, la Real Academia de Bellas Artes de San Jordi, la Real Academia de Bones Lletres, la Real Academia de Ciencias y Artes de Barcelona, el Instituto de Estudios Catalanes, la Academia de Jurisprudencia y Legislación de Cataluña, la Real Academia de Medicina de Barcelona, la Academia de Ciencias Económicas y Financieras y la Real Academia de Farmacia de Cataluña.
A su llegada al Palau de la Música Catalana, Don Juan Carlos fue recibido por el presidente de la Generalitat de Cataluña, José Montilla, el delegado del Gobierno en Cataluña, Joan Rangel, el inspector general del Ejercito, Fernando Torres, y el decano presidente de la Real Academia de Doctores, Josep Casajuana, quien hizo entrega a Su Majestad del bastón de mando.
Posteriormente, Su Majestad accedió a la Sala Lluís Millet, donde fue saludado por la consejera de Justicia de la Generalitat de Cataluña y presidenta del Consejo Interacademias, Montserrat Tura, el cardenal arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, el presidente de la Real Academia de Ciencias Económicas y Financieras y vicedecano de la Real Academia de Doctores, Jaime Gil Aluja, el presidente de la Real Academia Catalana de Bellas Artes de Sant Jordi, Jordi Bonet, el presidente de la Real Academia de Farmacia de Cataluña, Miquel Ylla-Catalá, el presidente de la Real Academia de Ciencias y Artes de Barcelona, Rafael Foguet, el presidente de la Academia de Ciencias Veterinarias de Cataluña, Josep Llupià, y el presidente de la Real Academia de Buenas Letras de Barcelona, Eduard Ripoll. Seguidamente, y en la misma Sala, Don Juan Carlos recibió el saludo de los académicos de la Real Academia de Doctores.
A continuación, el Rey se incorporó a la comitiva académica y accedió a la Sala de conciertos a los acordes del "Veni Creador Spiritus", interpretado por la Coral de Sant Medir. Su Majestad, tras ocupar su lugar en la mesa presidencial, abrió la sesión y concedió sucesivamente la palabra al decano-presidente de la Real Academia de Doctores, al presidente de la Real Academia de Ciencias Económicas y Financieras y a la secretaria general de la Junta de Gobierno de la Real Academia de Doctores, María Ángeles Calvo i Torras, quien dio lectura al acta de concesión de la Medalla de Honor a Su Majestad el Rey.
Procedió seguidamente el decano-presidente a imponer la distinción a Don Juan Carlos, quien pronunció a continuación unas palabras, en las que agradeció la concesión de la Medalla de Honor, "una distinció que valoro molt, i a la qual corresponc amb el meu reconeixement sincer de la tasca d'aquesta institució al servei de Catalunya i de tot Espanya".
El Rey puso de relieve la tarea desarrollada por la Academia, donde "han trabajado ingenieros ilustres, médicos de renombre, matemáticos famosos, literatos brillantes, economistas prestigiosos, físicos, químicos, y muchas personalidades de las artes y de las ciencias. Hombres y mujeres que fueron capaces de resolver encrucijadas fundamentales para el desarrollo cultural, científico, económico y social de España y de todos los españoles". Su Majestad subrayó que "el amor por el trabajo bien hecho, el sentido común y la visión abierta, así como la capacidad de iniciativa y el tesón, han conformado las mejores virtudes que hemos reconocido siempre en la sociedad catalana. Unas virtudes que explican la aportación de Cataluña a la construcción de la España cada vez más moderna, próspera y dinámica que todos juntos hemos construido, capaz de competir con fuerza y con éxito en el mundo entero. Una España orgullosa de su diversidad y pluralidad, que ha sabido recorrer el más largo período de progreso en democracia y libertad".
Antes de concluir, Don Juan Carlos recordó que "los retos, dificultades y transformaciones que registra nuestro entorno económico, en un mundo cada vez más complejo y globalizado, deben revestir un carácter prioritario para asegurar e impulsar de forma solidaria y sostenible nuestro crecimiento y mayor bienestar. En esa tarea, la actividad científica debe jugar un papel protagonista, aportando los elementos teóricos y técnicos necesarios para atender al desarrollo colectivo, en particular, de quienes más lo necesitan. No olvidemos que la enseñanza y la investigación constituyen los pilares fundamentales sobre los que se asienta la convivencia y el mejor futuro para todos los ciudadanos".
Después de levantar el Rey la sesión, se interpretó el "Gaudeamus Igitur". A continuación, Su Majestad se dirigió a la Sala Lluís Millet, donde firmó en el Libro de Honor de la Real Academia de Doctores e hizo entrega de una placa conmemorativa al Dr. Moisés Broggi, que ha cumplido recientemente cien años, y la Real Academia de Medicina ha declarado el 2008 como el ?Año Centenario Dr. Broggi?.
Un encuentro de Don Juan Carlos con los cerca de cuatrocientos asistentes puso el colofón al acto.