u Majestad el Rey entregó los Reales Despachos a los doce nuevos secretarios de Embajada que componen la LXVII Promoción de la Carrera Diplomática, en un acto en el que estuvo acompañado, por el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo; el subsecretario de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Cristóbal González-Aller; el embajador-director de la Escuela Diplomática, Enrique Viguera, y el alto comisionado del Gobierno para la Marca España, Carlos Espinosa de los Monteros, entre otras personalidades.
"Hoy como ayer, en el ejercicio de nuestras funciones, debemos saber preservar los mejores principios y valores que caracterizan a nuestra sociedad: La defensa de la libertad, de la democracia y de los derechos humanos, junto a la legalidad internacional; la apuesta decidida por un mundo en paz; también la voluntad solidaria, que se traduce en los programas de cooperación, en la acción humanitaria en situaciones de emergencia y en las medidas que permitan un desarrollo sostenible y la defensa del medio ambiente; y, finalmente, la promoción de la cultura y el conocimiento", pidió Don Felipe a los nuevos diplomáticos.
Asimismo, Su Majestad el Rey les felicitó por "haber escogido el honroso camino de trabajar para España a través de la Carrera Diplomática". "Con vuestra decisión habéis asumido con orgullo la responsabilidad de representar a nuestra patria, de servir al Estado y a los intereses de España desde los firmes valores que caracterizan a nuestra sociedad, una Nación con vocación universal con una activa presencia en todo el Planeta", añadió.
Don Felipe puso de relieve que "este acto también simboliza claramente el valor de la continuidad en el servicio al Estado de las sucesivas generaciones de funcionarios diplomáticos. Algo que sin duda aporta solidez, estabilidad, prestigio al Estado, tanto ante la sociedad, como ante los demás Estados en el ámbito internacional".
La ceremonia de entrega de despachos comenzó con las intervenciones del embajador-director de la Escuela Diplomática y el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación. A continuación, Miguel Ángel González, director adjunto de la Escuela Diplomática, procedió a dar lectura de los nombres de los nuevos secretarios de Embajada.
Seguidamente, Don Felipe entregó los Reales Despachos a los miembros de la LXVII Promoción de la Carrera Diplomática. El acto concluyó con las palabras de la número uno de la Promoción, Carmen de Antonio, en nombre de sus compañeros, y de Su Majestad el Rey.
La Carrera Diplomática
La Carrera Diplomática es un cuerpo de la Administración del Estado especializado en relaciones internacionales y adscrito al Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación al que, por su preparación específica, le están encomendadas las funciones de naturaleza política, diplomáticas y consulares. Su tarea se divide, por tanto, en dos grandes ámbitos: el propiamente diplomático, y el consular.
El trabajo diplomático consiste en la representación de España en el exterior, las relaciones con otros países y la participación en foros multilaterales. Las funciones consulares consisten en la protección y asistencia a los ciudadanos españoles en el extranjero, en una amplia gama de situaciones: Registro Civil y notaría, legalización de documentos, asistencia a detenidos y presos, expedición de pasaportes y salvoconductos, o ayuda a ciudadanos afectados por situaciones de emergencia. También se incluyen en el ámbito consular las tareas relativas a la tramitación y expedición de visados para extranjeros que desean viajar a España por un corto período de tiempo, o para establecer su residencia en nuestro país.
En España, el ingreso a la Carrera Diplomática se lleva a cabo por sistema de oposición. A través de varios ejercicios, los candidatos han de demostrar sus conocimientos en materias tan diversas como el Derecho Internacional Público y Privado, la Unión Europea y otras organizaciones internacionales, economía mundial y española, cooperación al desarrollo, historia y relaciones internacionales. Además, es imprescindible dominar el inglés y otro idioma entre francés, alemán, ruso, árabe o chino. Tras la oposición, los candidatos han de superar un curso selectivo impartido en la Escuela Diplomática y enfocado a la práctica diplomática y consular.