u Majestad el Rey ha recibido en el Palacio de La Zarzuela a las últimas promociones de Notarios y de Registradores de la Propiedad, Mercantiles y de Bienes Muebles, que han estado acompañados por el ministro de Justicia, Rafael Catalá.
El Notario es un profesional del Derecho que ejerce simultáneamente una función pública para proporcionar a los ciudadanos la seguridad jurídica que promete la Constitución (art. 9) en el ámbito del tráfico jurídico extrajudicial. Es seleccionado mediante unas oposiciones que garantizan su formación.
Los notarios en España, unos tres mil, están repartidos geográficamente por todo el territorio español. Están organizados por Colegios, que les apoyan en su función y, al mismo tiempo controlan su actuación. A su vez, los Colegios están coordinados por el Consejo General del Notariado, que pertenece jerárquicamente al Ministerio de Justicia.
Por su parte, los Registradores de la Propiedad, Mercantiles y de Bienes Muebles tienen encomendado el control de la legalidad de los actos y contratos civiles y mercantiles, de naturaleza notarial, judicial o administrativa, que pretenden su acceso al Registro. De esta forma, dan respuesta a problemas próximos a la vida cotidiana de las ciudadanos como son los relativos a la propiedad y derechos reales, compraventa, herencia, hipotecas, donaciones, sociedades, servidumbres e impuestos sobre las transmisiones y sucesiones, entre otras. Son juristas ejercientes de funciones públicas, equiparados a los funcionarios públicos, seleccionados por el Estado entre licenciados o Doctores en Derecho, a través de un proceso de oposición pública, que combina exámenes orales y dictámenes escritos.
El Registro es una institución fundamental para la efectividad del principio de seguridad jurídica preventiva proclamada en el artículo 9.3 de la Constitución Española. Principio esencial que, desde el punto de vista registral, se traduce en prevenir y evitar la conflictividad judicial, y favorecer la contratación civil y mercantil de manera segura, rápida y eficaz.