Nos alegra veros a todos aquí cuando, un año más, con la primavera, retornan Miguel de Cervantes y, de su mano, “el caballero de la eterna juventud”, don Quijote; quien, como cantó Nazarín Hiknet, “partió una bella mañana de julio / para conquistar lo bello, lo verdadero y lo justo”.
Mañana, al tiempo que en Barcelona, con Sant Jordi, se entrelazarán libros y rosas, entregaremos aquí, en la Universidad cisneriana de Alcalá, el Premio Miguel de Cervantes a un escritor español a quien Carlos Fuentes consideró muy pronto, apenas comenzada la andadura literaria, un escritor también hispanoamericano porque compartía la mismas inquietudes ideológicas y estéticas de quienes, desde la disidencia y la duda, buscaban abrir nuevos caminos a la novela. Y, ciertamente, Juan Goytisolo lo era. Pero, al mismo tiempo, era e iba ser un ciudadano del mundo convencido firmemente de “lo bello, lo verdadero y lo justo”.
"...Académicos y autores galardonados en diversos certámenes, directores del Instituto Cervantes, escritores de todos los géneros y generaciones, editores, libreros, periodistas culturales: todos vosotros servís con vuestro trabajo al objetivo de lograr, en tiempos difíciles, una sociedad más culta y por ello más igual, más libre y más justa..."
Convencidos de que la literatura y los libros que le dan soporte constituyen un poderoso instrumento al servicio del ambicioso programa quijotesco, la Reina y yo hemos querido reunirnos con vosotros para compartir y animar ese objetivo ideal.
Académicos y autores galardonados en diversos certámenes, directores del Instituto Cervantes, escritores de todos los géneros y generaciones, editores, libreros, periodistas culturales: todos vosotros servís con vuestro trabajo al objetivo de lograr, en tiempos difíciles, una sociedad más culta y por ello más igual, más libre y más justa.
Con nuestra gratitud y nuestro estímulo, os invito a alzar vuestra copa por el logro de esos nobles ideales.