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ucho nos complace, a la Reina y a mí, estar hoy de nuevo en esta querida ciudad de Vitoria y poder compartir con vosotros este acto en el que conmemoramos el Aniversario del inicio de una de las etapas más importantes y fructíferas de la reciente historia democrática de España.
El período de los últimos Veinticinco Años de Ayuntamientos Democráticos es uno de los capítulos que mejor expresan la profunda transformación que nuestro país ha experimentado gracias al esfuerzo, a la convicción democrática y a la colaboración de todos los españoles y de todas sus Instituciones.
A lo largo de estos años y con ocasión de nuestras visitas por toda España, sus ciudades y sus pueblos, hemos sido testigos directos del trabajo que los Ayuntamientos han venido realizando en aras del progreso y bienestar de sus vecinos.
Por eso contemplamos con especial agrado unas Exposiciones que reflejan el profundo cambio experimentado por nuestros pueblos y ciudades, la modernización de sus infraestructuras y la creación de nuevos servicios públicos, que han aportado una innegable mejora en las condiciones de vida de todos los españoles.
Hay fechas y citas simbólicas, que reflejan este fecundo esfuerzo colectivo. Sirva como ejemplo el año 1992, en el que la Exposición Universal y los Juegos Olímpicos impulsaron un importante desarrollo urbano. Ambos acontecimientos, junto a otras muchas experiencias singulares de modernización urbanística, han marcado un despegue de las ciudades españolas como modelo y punto de referencia a escala internacional.
Tales logros no habrían sido posibles sin la coordinación, colaboración y trabajo en común de las distintas Administraciones del Estado.
Unas Administraciones que, desde sus respectivas esferas de competencia, se enmarcan dentro de un nuevo modelo de articulación territorial de una España orgullosa de su pluralidad y diversidad. Un modelo de convivencia democrática sin parangón en nuestra Historia y que sirve de referencia para muchos otros países.
Quiero recordar a los Ediles desaparecidos y, muy en especial, a aquellos que fueron víctimas de la violencia terrorista como servidores de la libertad y de la democracia.
Hoy el mundo plantea nuevas oportunidades y retos que debemos saber gestionar con políticas renovadas y con solidaridad. Vivimos en una sociedad cada vez más urbana y compleja, en la que las ciudades se convierten progresivamente en grandes áreas metropolitanas. Todo ello obliga a diseñar nuevas políticas municipales y hace necesario que los Ayuntamientos cuenten con los recursos suficientes para poder atender las nuevas demandas sociales.
A los Ayuntamientos os corresponde estar en esa primera línea del Estado que trabaja al servicio diario de los ciudadanos. Sois un punto de encuentro, concreto y tangible, entre Poderes Públicos y vecinos.
Por eso, hoy, haciendo honor al viejo dicho "el mejor Alcalde, el Rey", permitidme que me considere entre vosotros como un Alcalde más, compartiendo desde la Corona vuestras preocupaciones y problemas, así como vuestras ilusiones y esfuerzos, por conseguir que los hombres y mujeres de España se vean cada vez más atendidos y protegidos, mejorando día a día su calidad de vida.
Os aliento a que sigamos el camino emprendido y a que afrontemos juntos y con ilusión ese futuro mejor que todos anhelamos.
Las ciudades y los pueblos sois un gran motor de nuestra convivencia, a cuya vertebración y cohesión contribuís con solidaridad de forma insustituible.
Una Administración Local ágil y moderna constituye uno de los más firmes apoyos de toda sociedad democráticamente organizada.
En suma, el reconocimiento de los logros de estos últimos Veinticinco Años debe alentaros para seguir trabajando, en colaboración con las demás Instituciones, a favor de nuestros pueblos y ciudades, contribuyendo así al progreso de España.
Os felicito a todos por los pasados veinticinco años, y os reitero el más firme apoyo y aliento de la Corona en vuestra entrega leal a nuestros ciudadanos.
Muchas gracias.