T
odo pueblo tiene una época clásica, un ser y un alma perdidos en un pasado glorioso que se convierte en seña de identidad: en el caso de Guatemala, Tikal es el símbolo más importante del yo colectivo de este país, que hoy se hace presente y esperanzado futuro.
La identidad de Tikal, al traspasar las fronteras nacionales se convierte también en patrimonio de la Humanidad.
Cooperar para su restauración es hacer a España amistosamente presente en el encuentro de Guatemala consigo misma, con su pasado y con su ser eterno. Sirva esta placa que acabo de descubrir, como testimonio de ese anhelo de acompañamiento y amistad de mi país hacia el noble pueblo guatemalteco.