La jornada que hoy se ha desarrollado gracias al impulso de la Fundación Ramón Areces y de la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (CEPYME) es una iniciativa que creo enormemente oportuna y significativa. Porque representa el esfuerzo y el compromiso que, ahora más que nunca, es necesario animar para potenciar la internacionalización de las PYMES, algo que ya, más que una opción, resulta imprescindible; y también por el hecho de haber logrado una participación importante de actores implicados en esta materia?Administración, organizaciones empresariales, pymes y autónomos.
Quiero por ello expresar el mayor reconocimiento a Cepyme, la organización más representativa de las pequeñas y medianas empresas en España, de más de un millón de ellas. Su labor en el fortalecimiento e impulso de unámbito tan fundamental para la economía española merece todo el apoyo. Deseo igualmente felicitar a la Fundación Ramón Areces, cuya trayectoria y firme compromiso con la innovación, el progreso y el bienestar social son muy conocidos, pero que también presta una atención especial a la actual crisis económica y centra sus esfuerzos en las relaciones entre economía productiva y educación. Enhorabuena por su loable tarea. A ambos, CEPYME y Fundación Ramón Areces, gracias por vuestra invitación para compartir y clausurar esta jornada.
Todos conocemos el peso extraordinario y la importancia indudable de las pymes en el tejido productivo español. No sólo en términos de número de empresas?son la inmensa mayoría, más del 99 por ciento? sino también en volumen de ventas. Pero, sobre todo, son clave en materia de creación de empleo pues generan la mayor parte de los puestos de trabajo de nuestro país y son las que más duramente sufren la crisis actual. Por eso siempre hemos de tenerlas muy en cuenta, cuidarlas especialmente, favorecer su génesis y, sobre todo reforzar su capacidad y agilidad para crecer: su papel es esencial para superar las dificultades por las que atraviesa nuestra economía.
Entre los principales retos de las pymes españolas en materia de competitividad destaca precisamente el que ha sido objeto de las sesiones de esta jornada: su internacionalización. Es un paso necesario para poder fomentar con mayor solidez y garantía un crecimiento sostenido, así como la generación de empleo, prosperidad y bienestar. En mis viajes oficiales al extranjero he tenido la oportunidad y la satisfacción de comprobar el recorrido y loséxitos de muchas pymes españolas que ya han avanzado en su proceso de presencia y apertura al exterior. También he visto con claridad que esa experiencia debía extenderse, que?aún antes de la crisis, o sin ella- debíamos animar a seguir ese ejemplo con convicción al conjunto, o la mayor parte de nuestras empresas sin importar su tamaño. De hecho no han sido pocos los esfuerzos realizados en esa dirección, pero hacen falta más. Es un proceso que requiere continuidad, visión clara de la necesidad actual, sí, y también de las oportunidades que abre para el futuro.
En un entorno tan complejo como el presente es también ineludible aprovechar el potencial de desarrollo e innovación de las pymes para retomar la senda del crecimiento económico general. Para ello debemos abordar desafíos como la financiación, la formación y el desarrollo de las tecnologías en el campo de las pymes sin olvidar la necesaria coordinación y colaboración entre losámbitos público y privado. De este modo conseguiremos situar a nuestras pymes en la vanguardia del conocimiento y de la competitividad, así como su posicionamiento internacional.
"...La actitud emprendedora, esencial para el desarrollo de cualquier proyecto empresarial, tiene que tener muy en cuenta las exigencias de la economía globalizada. En este sentido, exportar, buscar financiación o inversión de cualquier parte del mundo, abrirse a colaboraciones o asociaciones con partners extranjeros, entre otras acciones no son sólo convenientes sino realmente inexcusables para asegurar la consolidación y la expansión de las empresas y del conjunto de la economía española. ..."
La actitud emprendedora, esencial para el desarrollo de cualquier proyecto empresarial, tiene que tener muy en cuenta las exigencias de la economía globalizada. En este sentido, exportar, buscar financiación o inversión de cualquier parte del mundo, abrirse a colaboraciones o asociaciones con partners extranjeros, entre otras acciones no son sólo convenientes sino realmente inexcusables para asegurar la consolidación y la expansión de las empresas y del conjunto de la economía española.
En España lo sabemos bien porque en lasúltimas décadas muchas de nuestras empresas, sobre todo las de mayor dimensión, han sabido abordar sus mercados y estrategias en clave mundial, afianzando su viabilidad, e incluso suéxito, y demostrando que contamos con excelentes activos para competir con los grandes líderes globales. No sólo eso. Nuestras grandes empresas internacionalizadas, con su buen hacer, han afirmado e impulsado el prestigio y el nombre de España en todo el mundo. Merecen sin duda el máximo apoyo y reconocimiento por parte de todos.
Ahora hemos de impulsar este proceso en elámbito de las pymes teniendo en cuenta que muchas de ellas se han convertido en grandes empresas gracias precisamente a su internacionalización, y que otras más pequeñas han sido capaces de abrirse paso en el exterior a pesar de haber tenido que afrontar costes relativos mayores que los sufridos por las grandes compañías.
Es bien sabido además que la internacionalización presenta claras ventajas para las firmas que se deciden a acometerla como vía de crecimiento. Me refiero a la diversificación del riesgo, al aumento de la facturación, al aprendizaje de los mercados o al aprovechamiento de las economías de escala. Asimismo, las consecuencias favorables de este proceso se extienden al conjunto de la economía porque las empresas internacionalizadas generan empleo más estable y cualificado, tienen una mayor propensión a innovar e inducen positivos efectos al resto del tejido productivo.
Es pues fundamental que las pymes aprovechen las grandes ventajas que ofrece la globalización y que, en esa dirección, ofrezcan también bienes y servicios de alto valor añadido que lleguen a todos los mercados donde puedan ser demandados. De este modo podrán contribuir al mayor crecimiento de nuestro sector exterior, a amortiguar la limitada demanda interna y a crear nuevos puestos de trabajo. En este empeño saben que cuentan con todo el apoyo de la Corona y el mío personal; tanto en lo que supone el fomento de la cultura, valores y vocaciones empresariales, como en continuar apoyando la aventura exterior, la proyección de nuestras empresas y empresarios.
Estoy seguro de que esta jornada ha servido para concienciarnos aún más sobre la importancia de fomentar las condiciones precisas para favorecer que las pequeñas y medianas empresas españolas sean cada día más internacionales.
Muchas gracias.