Solamente unas breves palabras para felicitar muy cordialmente a la Cruz Roja y a la Media Luna roja en este día tan destacado, por su eficaz y dinámica presencia en el mundo tras un fructífero periodo de 140 años. Ambas Instituciones constituyen un ejemplo de perseverancia en su compromiso humanitario universal, como máximos representantes y defensores del lema de esta Jornada: "Dignidad para todos: Respeto de los Derechos Humanos".
Mi reconocimiento también a todas las personas que cada día, en mayor número, se incorporan a la búsqueda y puesta en práctica de nuevas alternativas de solidaridad. El generoso trabajo del voluntariado está haciendo realidad que el pesimismo se torne en esperanza en el corazón de aquellos que sufren situaciones injustas o discriminatorias.
"...El generoso trabajo del voluntariado está haciendo realidad que el pesimismo se torne en esperanza en el corazón de aquellos que sufren situaciones injustas o discriminatorias...."
Mi felicitación igualmente a cada una de las personas e Instituciones a las que la Cruz Roja hoy distingue. Todos los premiados comparten, desde distintas áreas y dedicaciones, la misma y apasionante lucha por defender los derechos de las personas. Vuestro trabajo es la esperanza de muchos. El alivio del sufrimiento de los desfavorecidos es, además de vuestra mayor recompensa, la forma más auténtica y real de celebrar el cincuenta aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Muchas gracias.