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eñor Presidente,Para la Reina y para mí constituye un verdadero motivo de alegría y un alto honor poder recibiros hoy, en compañía de Vuestra esposa, en esta Visita Oficial a España. Os damos nuestra más afectuosa bienvenida y os deseamos una muy feliz estancia entre nosotros.Antes de proseguir, dejadme que Os diga lo mucho que apreciamos las numerosas atenciones y el afecto que nos brindasteis durante nuestras últimas visitas a Argentina, en las que estrechamos nuestra amistad. Aún guardamos la emoción de descubrir de Vuestra mano la espectacular belleza del Perito Moreno, en esa Patagonia de grandes horizontes.Nos visitáis en un momento en el que, gracias a vuestro liderazgo y al esfuerzo compartido de todos los argentinos, podemos afirmar, con admiración y con orgullo, que Argentina ha logrado superar, en muy pocos años, la grave situación de crisis en la que se vio sumida a comienzos de esta década.Ese orgullo y admiración se sienten intensamente en España, porque los españoles siempre hemos estado -y siempre estaremos- al lado de Argentina, en los buenos momentos y en los más difíciles, alegrándonos de sus éxitos y sintiendo como propios sus problemas y esperanzas.Nuestra Historia está marcada por la constante relación entre argentinos y españoles, que de una generación a otra han ido estrechando nuestros lazos de familia y nuestros sentimientos de cercanía. Nada de lo que ocurre en Argentina nos es ajeno.Las corrientes de emigración recíprocas han aportado una gran vitalidad al desarrollo de nuestras respectivas Naciones.A esa envidiable interrelación, se añaden hoy nuevos intercambios, importantes lazos económicos, y nuevas generaciones de empresarios y profesionales que se han establecido en nuestros respectivos países, confiando plenamente en su potencial de futuro.Este es un elemento de crucial importancia para nuestras relaciones que juntos hemos de cuidar con el mayor empeño.Vuestra Visita nos ofrece la oportunidad de reafirmar y profundizar en todo aquello que nos une y que, estoy convencido, nos seguirá uniendo cada día en mayor medida.
En el mundo globalizado de nuestros días, las integraciones regionales y los acuerdos interregionales nos ayudan a preservar nuestras señas de identidad y a promover nuestros intereses comunes.Argentina y España somos parte de América y de Europa; por lo tanto, del corazón de la civilización occidental. Y lo que une a los valores comunes de una civilización, también debe unirlo la política: debemos proseguir los esfuerzos de integración regional, debemos estrechar los lazos entre Iberoamérica y Europa, avanzar en nuestras relaciones, ampliar nuestros intereses comunes, y actuar unidos para proyectar al mundo nuestros valores y nuestras convicciones.Juntos podremos responder mejor a los desafíos y problemas que se nos presentan. El terrorismo, la violencia, los fanatismos, el hambre, la pobreza, el subdesarrolloandhellip; son amenazas globales a la paz, a la prosperidad de nuestras sociedades y a la propia dignidad humana.No hay posible respuesta individual a estas amenazas. Necesitamos la cooperación internacional, que debe incluir a todos, pero que ha de partir de aquéllos que nos encontramos más próximos.En este propósito de preservar y de proyectar al mundo nuestras señas de identidad, cobra cada vez más importancia la Conferencia Iberoamericana.A medida que se suceden las Cumbres Iberoamericanas, se va consolidando un sentimiento de pertenencia a una Comunidad de Naciones tan singular como la nuestra, basada en la historia, la lengua y la cultura comunes, en la convicción profunda de que, más allá de las fronteras geográficas y políticas, formamos parte de un mismo conjunto de pueblos.La reciente creación de la Secretaría General Iberoamericana y la activa labor de su Secretario General, mucho contribuirán, sin duda, a fortalecer la presencia de nuestra Comunidad en la escena internacional.Señor Presidente,Tenemos el privilegio de hablar la misma lengua, lo que equivale a decir que tenemos un valioso instrumento común para comprender, interpretar y recrear el mundo.Nuestros vínculos políticos, económicos, sociales y culturales se actualizan y renuevan constantemente, al igual que lo hace nuestra lengua común.Argentina y España son dos grandes Naciones cuya vinculación permanente se arraiga en el pasado y se proyecta hacia el futuro.Y hoy, sobre todo, nuestro tiempo es el futuro. Las nuestras son hoy dos sociedades dinámicas, entusiastas, que se identifican con la supremacía del Estado de derecho, con la promoción de los valores democráticos y con el fomento de la solidaridad. Son sociedades que miran hacia el futuro, y ese futuro lo encuentran diariamente, indistintamente, en Argentina o en España.Para concluir, Señor Presidente, quiero reiteraros lo mucho que nos alegra recibiros en esta Visita Oficial, a la que atribuimos una gran importancia para reforzar la vieja y sólida amistad que une a nuestros dos países.Con este espíritu, levanto mi copa para brindar por Vuestra ventura personal y la de Vuestra esposa; por la gran Nación Argentina, por todos los argentinos, y por la siempre más intensa y fecunda amistad entre Argentina y España.