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Palabras de Su Majestad el Rey con motivo de la recepción al Cuerpo Diplomático

Palacio Real de Madrid, 13.01.2005

S

eñor Nuncio Apostólico,Señoras y Señores Embajadores,Quisiera ante todo darles nuestra más cordial bienvenida a esta tradicional Recepción de Año Nuevo y agradecer las afectuosas y sentidas palabras que nos acaba de dirigir el Decano del Cuerpo Diplomático.Como todos los años, la Reina y yo deseamos expresarles, en nombre propio y de toda nuestra Familia, los mejores deseos de felicidad personal, así como de paz y prosperidad para los Estados que tan dignamente representan.El pasado año estuvo tristemente marcado por brutales atentados terroristas, que merecen nuestra más firme repulsa y condena. No podemos dejar de pensar en la magnitud de la crueldad terrorista que golpeó Madrid o que, después del verano, se abatió sobre una escuela de Beslán.Quisiera aprovechar esta ocasión para recordar a las víctimas, a todas las víctimas del terrorismo, así como a sus familias, y para agradecer, una vez más, las muestras de solidaridad, afecto y apoyo que los españoles recibimos del mundo entero con motivo de los brutales atentados del pasado 11 de marzo. Fueron un bálsamo para nuestro dolor y una muestra de la determinación internacional en la lucha contra la barbarie terrorista que hoy, más que nunca, reclama reforzar nuestra cooperación.La cooperación ha de ser, en efecto, la pauta para combatir los males de nuestro tiempo: el terrorismo, el hambre y las enfermedades, la ignorancia y las violaciones de los derechos humanos, o los propios desastres naturales, como el aún reciente y muy trágico maremoto en el Océano Índico.Quiero hoy manifestar nuestro gran pesar y el de todos los españoles ante esta terrible tragedia, que tantas víctimas y destrucción ha causado, y reiterar nuestra mayor solidaridad con todos los países afectados.Encarezco a los Señores Embajadores de los Estados cuyos ciudadanos han sido víctimas de esta inmensa catástrofe, que trasladen a sus respectivos Jefes de Estado, Gobiernos y pueblos, la expresión de nuestra aflicción y condolencia más sincera, así como nuestros mejores deseos de recuperación para los heridos.España se movilizó desde el primer momento en apoyo a los damnificados y seguirá colaborando activa y solidariamente en la reconstrucción de la zona. Una región en la que se encuentra actualmente el Ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, para así subrayar la firme voluntad de España de contribuir a paliar y aliviar los efectos devastadores de tamaña tragedia.Unidos podemos hacer frente a los grandes desafíos de nuestro tiempo. Unidos podremos también fomentar la estabilidad indispensable para promover la democracia, asegurar la paz y fomentar el progreso.España asume sus responsabilidades internacionales con decisión y afán de contribuir a un mundo mejor. Tanto nuestros militares, policías y guardias civiles, como nuestros cooperantes y religiosos, desarrollan hoy su admirable labor de paz y solidaridad por todo el mundo, desde los Balcanes hasta Haití, con un esfuerzo y sacrificio que toda la sociedad española reconoce y aprecia.España, encrucijada de culturas y religiones a lo largo de su Historia, quiere además jugar un papel destacado en el empeño de promover la educación, la tolerancia y la profundización del entendimiento entre las personas de diferentes orígenes y creencias.Por ello, el Gobierno español ha propuesto una Alianza de Civilizaciones que ayude a derribar incomprensiones y a tender lazos de diálogo, incluyendo la necesaria cooperación en la lucha contra el terrorismo y otras calamidades de nuestro tiempo.Señoras y Señores Embajadores,El pasado año se incorporaron diez nuevos Estados miembros a la Unión Europea.Les reiteramos hoy nuestra más cordial bienvenida, convencidos de que esta importante ampliación era una necesidad histórica, que nos brinda nuevas oportunidades y beneficios a todos los europeos.Saludamos con satisfacción la decisión del Consejo Europeo de dar continuidad a este proceso, en el convencimiento de que el impulso a la integración europea contribuirá a la seguridad y a la prosperidad en nuestro continente, y a su voluntad de cooperación y solidaridad con el mundo.Dentro de escasas semanas el pueblo español deberá pronunciarse sobre la ratificación del Tratado que establece una Constitución para Europa, como nuevo marco normativo para el futuro de la construcción europea.Quisiera también mencionar la importancia que España concede a las relaciones con otros países europeos no integrados en la Unión. En algunos de ellos, situados en la región de los Balcanes, nuestras Fuerzas Armadas y Cuerpos de Seguridad vienen contribuyendo con su esfuerzo desde hace años a la estabilidad de la zona.En este año 2005 se celebrará el Décimo Aniversario de la Declaración Transatlántica de Madrid. Ello nos anima a impulsar los indispensables vínculos entre Estados Unidos y Europa. Nuestra relación bilateral con los Estados Unidos es un punto de referencia fundamental de nuestra política exterior, y España tiene interés en desarrollarla en todas sus ricas posibilidades.Iberoamérica es y será una prioridad indiscutible de nuestra acción exterior porque forma parte de nuestra propia identidad. Compartimos una comunidad de lengua, valores e intereses, que nos enriquece y a la vez nos obliga con la paz, la estabilidad y el progreso de toda la Región.Saludamos con gran satisfacción la aprobación, en la reciente Cumbre de San José de Costa Rica, de los Estatutos de la Secretaría General Permanente de las Cumbres Iberoamericanas. Una decisión que contribuirá a la articulación y fortalecimiento de esa Comunidad.Esperamos con ilusión la celebración de la próxima Cumbre en Salamanca los días 14 y 15 de octubre, con la firme esperanza de que otorgue un nuevo impulso a nuestros proyectos comunes con las Naciones hermanas del continente americano.Este año se celebrará también una Cumbre en Barcelona para conmemorar el Décimo Aniversario del lanzamiento del Proceso Euromediterráneo de Barcelona.Constituye una buena oportunidad para insuflar nuevo vigor a un esfuerzo colectivo con el que España se siente especialmente comprometida, pues comparte con los pueblos mediterráneos -empezando por los del Magreb, tan cercanos a nosotros- no sólo la geografía y la historia, sino también las esperanzas y los problemas.Nuestro país sigue con esperanzada atención la situación en Oriente Medio y está dispuesto a contribuir en toda la medida de sus posibilidades a que el afán de paz, que se percibe en la zona, se transforme en realidades y mejoras perceptibles para todos los pueblos de la región.En Irak, confiamos en que las próximas elecciones abran el camino a un país en paz y democrático. España está contribuyendo a la organización de este proceso electoral y hará cuanto esté en sus manos para favorecer el fortalecimiento de las instituciones democráticas iraquíes.España quiere impulsar sus relaciones con otras zonas del mundo, quizá algo más lejanas geográfica e históricamente, pero cada vez más cercanas en nuestras prioridades.Somos vecinos del continente africano, y nos sentimos partícipes de sus proyectos, sus anhelos y sus problemas, algunos de los cuales nos afectan especialmente.Queremos, por ello, potenciar nuestra cooperación en todos los ámbitos, incluido el de la inmigración. España desea también aumentar su presencia en Asia y favorecer los intercambios con toda esa vasta Región. Nuestras tropas están contribuyendo sobre el terreno a la estabilización de Afganistán.Agradecemos a los inmigrantes, que han hecho de España su nuevo hogar, su contribución al progreso común. Deseamos favorecer su integración, al tiempo que debemos seguir luchando contra las redes ilegales que trafican con personas, vulnerando los derechos más elementales del ser humano.Por otra parte, deseo expresar la voluntad española de aumentar su esfuerzo en materia de Cooperación al Desarrollo.El incremento previsto en los Presupuestos de 2005 permitirá que la Ayuda Oficial al Desarrollo de España alcance el 0,3% del PIB, situando a nuestro país en la vía del cumplimiento de sus compromisos internacionales.España asume también las prioridades de la Agenda Internacional del Desarrollo. De esta forma, junto al mantenimiento de nuestras líneas tradicionales de cooperación en el Mediterráneo e Iberoamérica, ampliaremos nuestros esfuerzos con los países menos avanzados y dedicaremos una especial atención a las necesidades de África.Por otro lado, España se ha sumado a la Iniciativa contra el hambre y la pobreza, promovida por el Presidente de Brasil, y trabajará, junto al Secretario General de Naciones Unidas y a otros países, en la búsqueda de nuevos mecanismos de financiación para el Desarrollo Humano sostenible.Las Naciones Unidas son el ámbito natural para tratar ésta y otras muchas cuestiones. España apoya un multilateralismo eficaz y participará activamente en los debates sobre la reforma de la Organización.Por último, en este año en el que conmemoramos el IV Centenario de la publicación de El Quijote, símbolo del vigor de nuestra cultura, quisiera expresar nuestra voluntad de seguir respondiendo, gracias en particular a la acción del Instituto Cervantes y de nuestras Representaciones en el exterior, al gran interés que despierta nuestro idioma en el mundo.Señoras y Señores Embajadores,Antes de concluir, deseo reiterarles mi agradecimiento por la importante labor que realizan en España en favor del estrechamiento de las relaciones de amistad y cooperación que nos ligan con sus países respectivos.Al inicio de este nuevo año 2005, hago votos por la ventura de todos cuantos hoy nos acompañan y de sus familias, al tiempo que les ruego hagan llegar a los Jefes de Estado, Gobiernos y pueblos que representan, nuestros mejores y más sinceros deseos de paz, felicidad y prosperidad.Muchas gracias.

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