u Majestad el Rey ha recibido en audiencia al Presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el diplomático colombiano Luis Alberto Moreno, con motivo de su primera visita a España, tras resultar elegido en julio de 2005 y suceder en el cargo a Enrique Iglesias, actual Secretario General Iberoamericano.
El Sr. Moreno acudió al Palacio de La Zarzuela acompañado por el director ejecutivo por España en el Banco Interamericano de Desarrollo, Luis Linde, y la directora general de Planificación y Evaluación de Políticas para el Desarrollo del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Milagros Hernando.
El Banco Interamericano de Desarrollo fue creado en 1959 con la misión de contribuir a acelerar el proceso de desarrollo económico y social, individual y colectivo de los países miembros regionales en vías de desarrollo. Sus dos objetivos principales son el crecimiento económico sostenible y la reducción de la pobreza junto con la promoción de la equidad social.
Sus propietarios son los países miembros: Argentina, Alemania, Austria, Bahamas, Barbados, Bélgica, Belice, Bolivia, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Corea, Costa Rica, Croacia, Dinamarca, Ecuador, El Salvador, Eslovenia, España, Estados Unidos, Finlandia, Francia, Guatemala, Guyana, Haití, Honduras, Israel, Italia, Jamaica, Japón, México, Nicaragua, Noruega, Países Bajos, Panamá, Paraguay, Perú, Portugal, Reino Unido, República Dominicana, Suecia, Suiza, Surinam, Trinidad y Tobago, Uruguay y Venezuela. Nuestro país ingresó en 1976, y en la actualidad la participación en el capital de España asciende a un 1,89%.
Los recursos financieros del Banco proceden de los países miembros, préstamos obtenidos en los mercados financieros, fondos en administración que tiene la institución y reembolsos de los préstamos. El BID usa estos recursos para financiar préstamos, donaciones, garantías e inversiones que apoyan proyectos de desarrollo, que a lo largo de sus años de actividad totalizan 137.000 millones de dólares. En 2005, la cifra totalizó 7.148 millones, de los cuales un 48% se destinó al desarrollo social, un 37% a la mejora de competitividad y un 15% a la reforma y modernización del Estado.