on Felipe presidió la cena con la que concluye la Asamblea General de los Presidente de Tribunales Supremos Administrativos y Consejos de Estado de Europa, en la que destacó "al papel primordial que los Tribunales de Justicia en general han desempeñado y desempeñan en la obra de la construcción europea".
España, a través del presidente del Tribunal Supremo, Carlos Dívar, encabeza esta Asociación denominada ACA-Europa que, en su reunión de Madrid, trató cuestiones relacionadas con la justicia contencioso administrativa y unificar, en la medida de lo posible, la respuesta judicial en Europa respecto a las demandas en esta vía.
"Quiero expresarles mi reconocimiento y gratitud por el trabajo llevado a cabo estos días por esta Asociación, en su esfuerzo probado y constante por proporcionar ideas y elementos de reflexión que contribuyan a resolver los problemas más importantes a los que se enfrentan los Tribunales en nuestros diferentes países", afirmó Don Felipe, para quien "muchos de esos problemas son comunes o coincidentes, como por ejemplo el incremento en el número de asuntos sometidos a decisión y la necesidad de darles respuesta en un plazo razonable".
A la cena de clausura asistieron, además de Carlos Dívar y el ministro de Justicia, Francisco Caamaño, el presidente del Tribunal Administrativo de Luxemburgo y vicepresidente de ACA-Europa, Georges Ravarani; el vicepresidente del Consejo de Estado de Francia y vicepresidente de ACA-Europa, Jean-Marc Sauvé; el presidente de la Cámara del Consejo de Estado de Bélgica y secretario general de ACA-Europa, Yves Kreins; el juez del Tribunal Administrativo de Lituania y tesorero de ACA-Europa, Vigilijus Valancius; el magistrado del Tribuanl Surpemo y Auditor de ACA-Europa, Manuel Campos y el presidente del Consejo de Estado, Francisco Rubio.
En su intervención, Su Alteza Real el Príncipe de Asturias resaltó el papel del Tribunal de Justicia de la UE que, "ya desde los primeros momentos, creó una doctrina que afirmaba la primacía del Derecho, entonces comunitario, sobre los Derechos nacionales y el efecto directo de las normas propias de las instituciones europeas cuando reconocían derechos subjetivos a los ciudadanos"; además de la función de los tribunales nacionales "pues, ya sea mediante la aplicación directa de las normas europeas, o bien mediante la consulta al Tribunal de Luxemburgo por medio de las cuestiones prejudiciales, contribuyen a la interpretación uniforme y a una protección semejante a los ciudadanos de la Unión en todo su territorio".
También indicó que la protección de los derechos fundamentales no recogidos expresamente en los Tratados constitutivos "se ha visto consagrada" en la Carta Europea de Derechos Fundamentales de reciente entrada en vigor, que será objeto de un próximo coloquio de ACA-Europa. "De la trascendencia de su labor es buena prueba la garantía de la aplicación uniforme del Derecho como función tradicionalmente reservada a los Tribunales Supremos, que velan así por la seguridad jurídica y por la igualdad en la aplicación de la Ley", añadió Don Felipe.