on Juan Carlos visitó la sede de la Real Academia de Ingeniería, ubicada en el antiguo Palacio del Marqués de Villafranca, tras unas obras de rehabilitación que se iniciaron hace dos años y que han contado con la ayuda del Ministerio de Fomento, OHL, Telefónica y Repsol. Bajo la supervisión de Patrimonio Histórico, se han restaurado artesonados, frescos, suelos de madera, chimeneas de mármol, lámparas, relojes, alfombras y tapices. Tres salas del Palacio llevan el nombre de Telefónica, Repsol y Villar Mir en agradecimiento a su mecenazgo.
Al llegar a la sede de la Real Academia de Ingeniería, Su Majestad fue recibido por don Mario Bereda, Secretario de Estado de Educación y Formación Profesional, don Aníbal Figueiras, Presidente de la Real Academia de Ingeniería, don Pere Brunet, Vicepresidente de la Junta de Gobierno, don José Antonio Martín, Secretario de la Junta de Gobierno, don Ramón Argüelles, Tesorero de la Junta de Gobierno, don Enrique Alarcón, anterior Presidente de la Real Academia de Ingeniería, don Juan Miguel Villar Mir, Presidente del Grupo Villar Mir y patrocinador de la restauración de la Real Academia de Ingeniería, y don Rodrigo Rato, Presidente de CajaMadrid y patrocinador de la restauración de la Real Academia de Ingeniería.
El Rey visitó el salón de Plenos de la Academia, en la que uno de sus muros es parte de la antigua muralla cristiana del siglo XII. Financió esa sala Repsol, que estuvo representada por don Luis Suárez, Secretario del Consejo de Administración.
Don José Alberto Pardos y don Luis Alberto Petit, miembros de la Junta de Gobierno de la Real Academia de Ingeniería, junto con don Antonio Colino y don Antonio Luque, Presidente de la Comisión del Diccionario Español de Ingeniería y Presidente de la Comisión de Premios, respectivamente saludaron a Su Majestad en el vestíbulo previo a la Sala de Juntas de los Académicos (Sala Telefónica). Los patronos de la Fundación Pro Rebus también cumplimentaron a Don Juan Carlos El Director General Adjunto a la Presidencia de Telefónica, que financió esa sala, don Francisco de Bergia, saludó a Su Majestad junto con varios académicos presentes.
En el despacho de la Secretaría de la Real Academia se celebró un breve acto con palabras del Presidente de la Academia, descubrimiento de una placa conmemorativa por parte de Su Majestad, y fotografía de grupo.
La firma en el Libro de Honor de la Real Academia de Ingeniería tuvo lugar en el despacho del Presidente. Una copa de vino con los invitados, asistentes y una visita al Salón de Actos (Sala Villar Mir), puso fin a la visita de Su Majestad, que fue despedido por las mismas personas que le recibieron.