a Fundación ANAR, con el patrocinio de Telefónica, organiza el V Congreso Internacional de Líneas de Ayuda a Niños y Adolescentes. Este encuentro, que tiene carácter bienal, reúne durante tres días a cerca de doscientos representantes de más de 120 líneas de ayuda a todo el mundo, además de representantes de instituciones como Naciones Unidas, Unión Internacional de Telecomunicaciones, Instituto del Niño de la Organización de los Estados Americanos, Unión Europea y Consejo Europeo, entre otras.
El congreso, que se celebra bajo el lema "Acercándonos a más niños a través de la tecnología", tiene el propósito de intercambiar experiencias, mejores prácticas y nuevos proyectos, especialmente en elárea de la tecnología de comunicación.
A su llegada al Hotel NH Parque Avenidas, Doña Cristina fue recibida por la consejera de Familia y Asuntos Sociales de la Comunidad de Madrid, Engracia Hidalgo, la subsecretaria de Sanidad, Política Social e Igualdad, Consuelo Sánchez Naranjo, el defensor del menor en la Comunidad de Madrid, Arturo Canalda, la presidenta de la Fundación de Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo (ANAR), Silvia Moroder, la directora ejecutiva de Child Helpline International, Nenita La Rose, y el director de Asuntos Públicos de Telefónica, Francisco de Bergia.
Seguidamente, la Infanta fue saludada por los miembros del patronato de la Fundación ANAR, compuesto por el vicepresidente, Rafael Benjumea, la tesorera, Pilar Susino, y los vocales, Consolación Flórez de Quiñones, María Teresa Hernández Pinuaga, Rosa María Caruncho, María Cecilia Marulanda, Pedro Núñez Morgades, Antonio Oyárzabal, Pablo Pastega, Elena Vázquez Méndez y Carlos Martínez-Almeida.
A continuación, Su Alteza Real se trasladó a la carpa del Foro de Jóvenes de la Fundación ANAR, donde recibió el saludo de la moderadora del Foro, María Tovar, quien informó a Doña Cristina sobre las líneas generales del Foro de jóvenes de la Fundación ANAR, en el que un centenar de chicos y chicas de varios centros educativos públicos, privados y concertados de Madrid reflexionarán sobre temas como el maltrato, la violencia, el acoso escolar, la seguridad en las redes sociales y la integración de los inmigrantes serán algunos de ellos. Además, los jóvenes transmitirán sus recomendaciones a las líneas telefónicas de ayuda al menor de todo el mundo, con el fin de buscar las mejores herramientas para acercarse a ellos y hacer difusión sobre la línea.
Posteriormente, la Infanta se dirigió a la Sala "Plaza de Armas" del hotel y ocupó su lugar en la mesa presidencial. Su Alteza Real concedió sucesivamente la palabra a la presidenta de la Fundación ANAR, a la directora ejecutiva de Child Helpline International, a la joven participante en el Foro de Jóvenes Raquel Neenan Martínez, a Francisco de Bergia -en nombre de los patrocinadores-, al defensor del menor en la Comunidad de Madrid, a la subsecretaria de Sanidad, Política Social e Igualdad y a la consejera de Familia y Asuntos Sociales de Comunidad de Madrid.
El acto concluyó con la intervención de la Infanta Doña Cristina pronunció unas palabras, en las recordó que "es necesario promover que cada niña, cada niño, cada joven esté a salvo de la violencia y el maltrato, hacer que sus condiciones de vida sean dignas y evitar la indiferencia de la sociedad hacia sus problemas". Su Alteza Real elogió la tarea de las líneas de ayuda, manifestando que "gracias a vuestra actividad miles de niños reciben un apoyo crucial en momentos difíciles para poder apartarse de situaciones que vulneren su desarrollo personal, e incluso su propia integridad física. Gracias a vuestra tarea consiguen esperanza y la oportunidad de una vida mejor. Cuando una niña o un niño deciden recurrir a una línea de ayuda es porque se enfrentan a un problema vital que no han conseguido solucionar por otros medios. Esas situaciones dramáticas provocan a menudo una enorme ansiedad a la que los afectados han de sobreponerse para ser capaces de exponer su caso a terceras personas".
Doña Cristina calificó a la tecnología como "una herramienta esencial" para salvar la distancia entre el menor que necesita ayuda, y quienes pueden proporcionarla y defenderle. La Infanta afirmó que "aunque se trate de un simple teléfono, usarlo supone una puerta de salida para situaciones que los menores perciben como un riesgo. El teléfono se convierte así en un instrumento que les permite entrar en contacto con personas e instituciones que pueden intervenir en su favor, aportándoles la necesaria confianza".