a Alta Distinción de la Generalitat Valenciana se creó en 1986 con el propósito de premiar a aquellas personas físicas o jurídicas que se hubieren distinguido en su actividad al servicio de los intereses generales y característicos de la Comunidad Valenciana. El pasado 5 de octubre se acordó conceder este reconocimiento a Su Majestad el Rey, como "protagonista indiscutible de la recuperación de la democracia en la Nación Española y clave en su conformación como monarquía parlamentaria por voluntad del pueblo español expresada en la Constitución", y "garante de las libertades valencianas, recuperadas plenamente merced a nuestro Estatuto de Autonomía, que encaja armónicamente en el modelo de Estado que la Constitución define y que la Corona culmina".
A su llegada a la Lonja de los Mercaderes, Don Juan Carlos fue recibido por el presidente de la Generalitat Valenciana, Francisco Camps, la presidenta de las Cortes Valencianas, Milagrosa Martínez, el delegado del Gobierno en la Comunidad Autónoma Valenciana, Antonio Bernabé, y la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá.
A continuación, Su Majestad el Rey fue saludado por el cónsul 1º del Consulado de la Lonja, el jefe del Cuartel General Terrestre de Alta Disponibilidad, Fernando Sánchez-Lafuente, el cardenal arzobispo de Valencia, monseñor Agustín García-Gasco, y los miembros del Consell de la Generalitat y de la Mesa de las Cortes Valencianas.
Una vez en la Sala Consulado del Mar, el presidente de la Generalitat Valenciana dio lectura al acta de concesión de la Alta Distinción de la Generalitat Valenciana a Su Majestad el Rey y dirigió unas breves palabras.
Tras imponer el presidente Camps la Medalla a Don Juan Carlos, el Rey pronunció un discurso, en el que manifestó sentirse "espacialmente honrado al recibir esta Alta Distinción, pero sin olvidar que es el pueblo español el verdadero protagonista del extraordinario progreso y modernización vividos por España en torno a una Constitución de todos y para todos". Asimismo, Su Majestad manifestó que este reconocimiento es "fiel reflejo de la generosidad de los valencianos y sus instituciones, de quienes la Corona ha recibido siempre tantas muestras de afecto como de lealtad" y "símbolo de los muy estrechos lazos que unen a la Corona con Valencia y de la grandeza de los valencianos, que cuentan con mi afecto, admiración y respeto como español y como Rey".
Una vez finalizada la intervención de Su Majestad, dio inicio la ceremonia de entrega de los Premios Rey Jaime I.