Para concluir este acto de entrega de la XXXVIII edición de los Premios Internacionales de Periodismo “Rey de España” y de la XVII edición del Premio “Don Quijote” de Periodismo, Su Majestad el Rey se dirigió a los asistentes y en sus palabras elogío eltrabajo de los galardonados señalando que "...la excelencia de diez trabajos: Diferentes maneras de contar la verdad, rigurosa, a través de la escritura, la imagen o el sonido. Labores informativas que atrapan porque crean conciencia, denuncian, contribuyen a la educación de las sociedades, ayudan a entender y a velar por los valores de la Democracia, por los derechos humanos, por la igualdad de las mujeres... ...sus autores buscan dar la mayor visibilidad a las vidas de otras personas, a realidades extraordinarias o cotidianas en las que se insertan, siendo ellos protagonistas, responsables o incluso víctimas de esas realidades. Y muchas veces llegan a poner en riesgo su propia existencia y la de sus familias. Son informadores de Colombia, Cuba, Chile, México, Guatemala, Portugal y España, que engrandecen nuestra identidad común, en español y en portugués, y nos llenan de humanidad..."
El Rey continuó “…vivimos tiempos difíciles en materia sanitaria; la aparición del virus de la Covid-19 nos ha hecho enfrentarnos a retos inmediatos que, sin duda, van a marcar el futuro de muchas profesiones. Y dentro de las profesiones, por supuesto la periodística también. Y en este contexto la pandemia ha demostrado nuevamente que la naturaleza de los medios de comunicación nace para el servicio al ciudadano…”, también refirió que "...la batalla contra las noticias falsas o los vídeos descontextualizados difundidos a través de las redes sociales hacen cada vez más difícil la labor de verificación de las informaciones por parte de los propios medios de comunicación, y también de los consumidores..."
Don Felipe siguió diciendo que “…La reputación periodística y el mayor prestigio de la profesión dependen de la calidad de la información, pero estos son tiempos en los que la inmediatez, la agilidad y el estilo tienen una particular importancia, lo que, en ocasiones, puede condicionar el propio rigor periodístico…”
El Rey y añadió además, destacando que "…es muy necesario proporcionar a las nuevas generaciones una formación integral, equilibrada, que estimule la pasión por la lectura, por el lenguaje, capacitándolas para que no se pongan límites a su vuelo intelectual, y para que desarrollen su espíritu crítico, su libertad de pensamiento y expresión, a partir del conocimiento y de los valores básicos de convivencia en democracia…”