Buenos días a todos y felicidades a la APM en este día en el que, haciendo un sano ejercicio de levantar un poco la vista de nuestras "pantallas cotidianas" -por donde nos entra la noticia del día, la dura realidad actual-, nos alegramos con los que son premiados y celebramos con su ejemplo todo lo que nos permite seguir creyendo en una profesión y en un sector que es un pilar indiscutible de la democracia y favorece tanto el conocimiento y el progreso de la sociedad.
Después de seis años volvemos a tener la oportunidad de acompañaros en este acto y nos alegra hacerlo. Gracias a la APM por invitarnos y por el honor de entregar vuestros premios. Es esta una buena ocasión, para la Princesa y para mí, de reiterar nuestro apoyo al periodismo de calidad, como el que hoy celebramos y reconocemos. Pero sobre todo es el momento de dar la enhorabuena a quienes han merecido el reconocimiento de sus compañeros: a Soledad Gallego-Díaz, a Juan Pablo Colmenarejo, a Fran Llorente, a Daniel Campos, a Madrileños por el Mundo y a la FUNDEU.
Como podéis imaginar, de entre las categorías que premiáis hay una con la que tenemos un vínculo especial, la que se concede al periodista menor de treinta años que más se haya distinguido durante el año. Bueno, el vínculo lo tengo yo porque resulta que me casé con una Premio Larra. Aunque el mérito fue suyo, de la Princesa digo, que lo recibió cuatro años antes de la boda, en el año 2000, junto a otro joven periodista.
Con estos galardones la APM quiere destacar el valor de la información, así como la neutralidad, la independencia, el rigor, la profesionalidad, la calidad y la innovación entre los principios y cualidades que debe tener un buen periodista. Son valores que no debemos olvidar en estos momentos tan difíciles para el sector periodístico que atraviesa una profunda crisis, la peor desde la Transición.
El cambio de paradigma que ha supuesto la irrupción de las nuevas tecnologías de la comunicación ha llegado, además, en un momento de fuerte crisis económica y, en muchos casos, también de ideas y de valores. Y todo ello ha afectado muy seriamente al periodismo, a sus profesionales y a las empresas de comunicación. En estaépoca, llena de incertidumbres y desconfianzas, debemos tener muy presente los fundamentos del periodismo de calidad basado en el rigor y la responsabilidad.
"...Sabemos bien que los medios de comunicación desempeñan un papel muy importante en las sociedades democráticas y modernas. Ejercen una función crítica muy positiva para la propia salud de la democracia. Por ello es muy necesario que existan medios independientes, con buenos equipos profesionales y que reflejen la pluralidad y la diversidad de la sociedad...."
Sabemos bien que los medios de comunicación desempeñan un papel muy importante en las sociedades democráticas y modernas. Ejercen una función crítica muy positiva para la propia salud de la democracia. Por ello es muy necesario que existan medios independientes, con buenos equipos profesionales y que reflejen la pluralidad y la diversidad de la sociedad. El periodista, el profesional de la información, supone un activo esencial de las empresas de comunicación. Uno de los directores históricos del New York Times solía decir que "el activo del periódico sube y baja todos los días por el ascensor que conduce a la redacción".
En definitiva, está claro que hoy y siempre es fundamental la labor del periodista de calidad, del que informa con rigor, analiza con conocimiento y opina con responsabilidad, respetando unas normas deontológicas elementales. Ya sea en un medio escrito, audiovisual o digital. Pero es también fundamental defender y preservar la libertad y la dignidad en el ejercicio profesional. Nos consta que estáis empeñados en ello, y que habéis decidido dedicar una Mención Especial a ese esfuerzo colectivo en esta edición de los Premios.
Pero además, en estos tiempos no creo que esté de más recordar?permitidme hacerlo- que los periodistas y los medios que los albergan, son obviamente parte de la sociedad y son parte de la economía; son parte activa y participativa en ellas. Eso quiere decir que, además de contar lo que ocurre y de opinar libremente, les va mucho en que las cosas vayan bien para todos. Por tanto son y deben ser parte interesada -y activa hasta donde alcanza- en la mejora de la situación; la propia del sector y del gremio, por supuesto, pero también la general.
Para ello, además de ejercer con profesionalidad su trabajo y cumplir con la función de intermediario e intérprete entre la realidad y los ciudadanos, creo sincera y humildemente que necesitamos, que no vendría mal, ver un impulso un poco mayor de las buenas noticias. No me fijo en hoy ni en un día concreto, pero nos ayudaría comprobar que en ellas, en las noticias, los más cumplidores o trabajadores, los que sirven y son más generosos o solidarios, los que más se esfuerzan y se sacrifican, los más respetuosos con los demás, en definitiva, los que más ejemplo dan o sintetizan lo mejor de la sociedad, sean algo más protagonistas de lo que habitualmente lo son.
Son reflexiones que me atrevo a compartir con todos vosotros y con los profesionales.
Démosle másénfasis a lo que hacemos bien, a lo que nos une, a aquello que nos hace mejores y a lo que hemos logrado. Sin perder por ello rigor y manteniendo el interés de los lectores, espectadores o navegantes. Algo podremos contribuir para cambiar de piñón y a subir la cuesta con más ganas, energía y confianza. Todos tenemos una parte de responsabilidad y de capacidad para lograrlo.
Nuevamente, felicidades a todos los premiados y deseamos los mejoreséxitos para todos los que ejercéis esta apasionante profesión.
Muchas gracias.