su llegada a la Plaza del Pilar, Su Alteza Real el Príncipe de Asturias fue recibido por el presidente de la Comunidad Autónoma de Aragón, Marcelino Iglesias, el presidente de las Cortes de Aragón, Francisco Pina Cuenca, el delegado del Gobierno en Aragón, Javier Fernández, el alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, el secretario de Estado de Infraestructuras y Planificación, Víctor Morlán, el justicia de Aragón, Fernando García Vicente, y el gerente de la Fundación Cajamadrid, Rafael Spottorno. Seguidamente, Don Felipe fue saludado en el atrio de la Basílica por el arzobispo de Zaragoza, monseñor Manuel Ureña, y los miembros del Cabildo Metropolitano, encabezados por su presidente, Antero Hombría.
Su Alteza Real se dirigió a continuación a la Santa Capilla para seguir desde un reclinatorio las palabras del arzobispo y los cánticos de los Infanticos del Pilar. Una vez finalizados, Don Felipe subió a besar el manto de la Virgen del Pilar. Posteriormente, el Príncipe se trasladó por la nave lateral a la derecha del Altar Mayor, donde se encuentra la zona de exposición, y atendió a las palabras del presidente del Gobierno de Aragón, que dieron paso al descubrimiento por parte de Su Alteza Real de una placa conmemorativa de la inauguración.
Don Felipe inició su recorrido por la exposición, guiado por el co-director de la restauración Leandro de la Vega. La muestra, dispuesta en dos capillas laterales, ofrece información sobre las pinturas, obra de Francisco de Goya en 1781, y su proceso de restauración.
A su término, el Príncipe subió en montacargas a una plataforma para contemplar la rehabilitación de la cúpula "Regina Martyrum". Su Alteza Real procedió a iluminar las pinturas y conoció, de parte del co-director de las obras José Félix Méndez, los pormenores de los trabajos de restauración de la obra de Goya. La recuperación de estas pinturas ha supuesto una inversión de 1,2 millones de euros, sufragados por el Gobierno de Aragón y la Fundación Cajamadrid, y casi año y medio de trabajo. La tarea ha consistido, en su mayor parte, en la limpieza de la película pictórica, su restauración cromática, la eliminación de sales, la protección de las áreas inestables y la reparación de grietas. Uno de los principales objetivos de las obras ha sido facilitar que las pinturas puedan ser contempladas desde el suelo, posibilidad que tendrá lugar a partir de mediados de abril, tras la retirada de los andamios.
Después de bajar en el montacargas, Don Felipe se reunió brevemente con los miembros del equipo técnico que ha colaborado en la restauración. A continuación, el Príncipe se dirigió a la Sacristía, donde firmó en el Libro de Honor de la Basílica del Pilar y saludó a los Infanticos del Pilar.
El colofón a la visita de Su Alteza Real fue un encuentro celebrado en el Salón de Retratos del Palacio Arzobispal, tras el cual Don Felipe fue despedido por las mismas personas que le recibieron a su llegada.