S
eñor Embajador y Presidente Honorario de la Cámara,
Señor Presidente y Señores miembros,
Señoras y Señores,
Muy buenas noches y gracias a la Cámara de Comercio Americana en España por su invitación para celebrar un aniversario tan especial. La Princesa y yo nos sentimos muy honrados con vuestra hospitalidad y agradecemos las palabras afectuosas que nos habéis dedicado.
Pero, sobre todo, permitidme que os felicitemos sincera y afectuosamente por cumplir 90 años, en los que siempre os habéis caracterizado por la iniciativa y el empuje en el fomento de las relaciones entre los EEUU y España. Ese dinamismo que seguís demostrando estimula vuestra permanente juventud para continuar favoreciendo el intercambio próspero entre nuestras sociedades.
La bondad de vuestros objetivos, la vigencia de vuestra vocación y la necesidad de vuestra labor nos hace pensar en el profundo reconocimiento que la sociedad española y estadounidense debe a esta Cámara de Comercio. Permitidme que como Heredero de la Corona exprese ese sentimiento en este aniversario tan emblemático y me una a él.
Estos 90 años reflejan, además, la larga trayectoria en las relaciones que nuestros dos Estados, amigos, socios y aliados, han sabido establecer juntos en diversos ámbitos.
Efectivamente, la amistad entre estadounidenses y españoles, fundamento de nuestro conocimiento mutuo, se fraguó en el nacimiento mismo de esa gran Nación. A este respecto, vale la pena recordar que la Galería Nacional de Retratos de Washington D.C., ofrece en este momento una excelente exposición sobre el legado de España a la Independencia de los Estados Unidos, inaugurada por la Infanta Elena en septiembre pasado.
Desde aquellos hechos históricos, hemos recorrido un largo e intenso camino de estrechamiento de los vínculos que nos unen.
Los pueblos estadounidense y español han desarrollado una corriente recíproca de admiración y simpatía, animada por la rica herencia histórica y artística de cada Estado, por los crecientes intercambios turísticos entre ambos países, o por el interés que suscita nuestra respectiva proyección internacional.
Una comunicación facilitada, sin duda, por los anchos cauces que nuestros dos idiomas han abierto. En lo que concierne al español, la vertiginosa expansión que su uso y aprendizaje experimentan a escala internacional, también en los Estados Unidos, refleja su empuje como idioma de comunicación y de intercambio.
A través de esos cauces nuestros pueblos trabajan aunados en la defensa de la dignidad de las personas, como esencia de las libertades individuales, del Estado de Derecho y de la democracia.
Principios y valores compartidos que estimulan, asimismo, el vínculo transatlántico. Un vínculo que alienta la seguridad, el progreso económico, científico y técnico, y el bienestar social que promueven América y Europa.
Este ancho telón de fondo manifiesta, asimismo, el alto grado de confianza mutua con que las sociedades de la primera y la octava potencias económicas mundiales multiplican también sus intercambios económicos.
Nuestra balanza comercial bilateral señala que el valor de las importaciones y exportaciones españolas con Estados Unidos superó en 2006 los 16.000 millones de euros, con tasa de cobertura para España situada en el 87,6%.
En cuanto a las inversiones, vemos que Estados Unidos se mantiene como primer inversor extranjero en nuestro país, con un papel clave en el desarrollo de nuestro tejido productivo y del empleo; y por otro lado, ha aumentado de forma espectacular la presencia inversora española en Estados Unidos, impulsada, entre otros factores, por el proceso de internacionalización que viven nuestras empresas. A este respecto, resulta de especial interés el hecho de que las firmas españolas en Estados Unidos generen unos 340.000 empleos directos e indirectos.
En la promoción de la permanente e intensa conexión económica entre nuestros dos Estados, la ?AmCham Spain?, la tercera más antigua de las Cámaras de Comercio Americanas, tras la británica y la francesa, desempeña un papel propio y eminente, como pone de relieve el número y la calidad de las compañías estadounidenses y españolas asociadas.
En efecto, desde 1917, el trabajo de información, promoción e intermediación que la Cámara ha asumido, le permiten ofrecer servicios dotados de un alto valor y calidad añadidos, avalados por la profesionalidad de su actuación, su buen conocimiento de ambos mercados y su ya larga experiencia, que hoy celebramos.
Un quehacer con el que se estrecha el conjunto de los lazos entre los Estados Unidos y España, al tiempo que se fomenta la relación existente entre nuestro país y el mundo hispánico estadounidense.
La ?AmCham Spain? merece, como decía al principio, todo nuestro reconocimiento por todo ello, por su valioso pasado y su potencial futuro, que seguirán inspirando el conocimiento y la amistad cada día más profundos entre los Estados Unidos de América y España. - La Princesa se une a mí en dedicaros nuestra afectuosa felicitación en este especialísimo cumpleaños.
Muchas gracias.