V
engo con mucho gusto, acompañado del Príncipe de Asturias, a conmemorar con todos vosotros el Trigésimo Aniversario de la creación del Ministerio de Defensa
Mucho agradezco al Señor Ministro de Defensa sus amables palabras pronunciadas en nombre propio y de la Institución Militar, así como el balance que nos acaba de hacer de los treinta primeros años de vida de este importante Departamento
Este acto nos permite subrayar la profunda modernización vivida en la organización de nuestra Defensa a lo largo de estas tres últimas décadas, hasta situarnos entre los Estados europeos y miembros de Alianza Atlántica con unas Fuerzas Armadas cada día más eficientes y que cuentan con unos sistemas y un material cada vez más modernos
Como Rey y Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas, agradezco el esfuerzo desplegado con tal objeto desde este Departamento por los sucesivos Ministros, equipos ministeriales, y todo su personal militar y civil
A lo largo de estos treinta años se ha logrado, entre otros muchos cambios, una profesionalización de nuestras Fuerzas Armadas, la plena integración de España en un sistema de seguridad colectiva y compartida, la activa participación de España en las operaciones de mantenimiento de la paz en múltiples países y regiones, o la incorporación de la mujer en nuestros Ejércitos
Nuestras Fuerzas Armadas han cosechado un merecido reconocimiento de la sociedad española a la que sirven, al tiempo que un elevado prestigio a escala internacional, de lo que nos sentimos particularmente orgullosos
De ahí que mi tributo de gratitud y reconocimiento se dirija hoy a todos los componentes de la gran Familia Militar por su lealtad, alto espíritu de sacrificio, entrega personal, afán de superación y muy loable eficacia demostrados, no sólo en el desempeño diario de sus tareas y cometidos, sino también en el cumplimiento de las misiones encomendadas, muchas de ellas lejos de nuestra Patria
En este marco, quiero expresar el más emotivo y sentido homenaje a cuantos militares perdieron su vida en las últimas décadas al servicio de España en el cumplimiento de sus respectivas misiones, a la vez que reitero a sus familias todo el afecto y solidaridad que merecen
Tampoco podemos ni debemos olvidar a cuantos ciudadanos, entre ellos tantos militares así como personal civil de este Ministerio, han sido víctimas de la execrable barbarie terrorista, en especial hoy, cuando se cumplen exactamente diez años del muy cruel y cobarde asesinato a manos terroristas de Don Miguel Ángel Blanco Garrido, a quién recordamos con especial emoción
Todos ellos merecen nuestro más emotivo recuerdo y sincero reconocimiento, junto al mayor afecto, solidaridad y apoyo a sus familias
Termino mis palabras felicitando al Ministerio de Defensa en esta conmemoración, al tiempo que animo a todos los hombres y mujeres tanto civiles como militares que en él desarrollan su labor, a renovar su compromiso diario de entrega y servicio a España y a nuestras Fuerzas Armadas, tarea para la que bien saben cuentan con mi firme apoyo, reconocimiento personal y constante aliento, que comparte conmigo el Príncipe de Asturias
Muchas gracias