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on gran satisfacción volvemos a esta Ciudad, tan ligada desde antiguo a la Corona, en esta ocasión doblemente grata para nosotros.
Saludamos con afecto a vuestro Alcalde, a la Corporación Municipal y a todos los segovianos, agradeciéndoos a todos el cariñoso recibimiento que nos habéis dedicado.
Acabamos de inaugurar la nueva Casa Consistorial, símbolo de lo que sois y lo que pretendéis, lugar representativo de los afanes y esfuerzos de vuestra diaria convivencia, y puerta que abre una nueva etapa del futuro.
Un futuro labrado en el recio yunque de la tradición castellana, e imbuído también del espíritu renovador que la ciudad está manifestando en su desarrollo económico y cultural.
El pueblo de Segovia tiene ante sí el reto de aunar voluntades para compartir el pasado que se refleja en vuestras calles y plazas monumentales con el futuro de las generaciones que serán la base de la España del nuevo siglo.
Queremos manifestaros nuestro apoyo en esta tarea de construir horizontes en los que el progreso económico vaya de la mano del desarrollo cultural, cultivado con espíritu abierto y capaz de actualizar los signos de la historia para fundar sobre ellos el mañana.
Pues las ciudades históricas, como la vuestra, tienen el compromiso de mantenerse vivas. No pueden limitarse a un puñado de recuerdos que se ofrecen a quienes de paso las visitan, sino que han de edificar con ellos un proyecto que las ensamble y engrandezca.
Ejemplo de esta voluntad, que me consta tenéis, es esta Alhóndiga en que nos encontramos. En otro tiempo ayudó a los segovianos, durante siglos a caminar juntos y asistirles en sus necesidades más vitales. Hoy, como lugar de cultura, es testimonio de la evolución de vuestra ciudad, rica en saberes y generosa en enseñanzas.
Os agradezco a todos, y especialmente al Patronato de la Fundación Don Juan de Borbón, que nos hayáis ofrecido la primera medalla de esta Institución.
La figura de Don Juan se encuentra especialmente unida a Segovia por nacimiento y por el afecto que siempre os dedicó y ha transmitido a toda la Familia Real.
Por ello nos alegra ver cómo esta Fundación ha prosperado, en corto tiempo, llevando a cabo una gran tarea de divulgación cultural, de formación juvenil y de plataforma de diálogo.
Los pueblos, en una sociedad tecnificada, necesitan de iniciativas como la vuestra, que sepan verter la cultura en el molde del presente, fomenten la aventura del pensamiento y faciliten intercambios entre los individuos y los grupos sociales, que son garantía de entendimiento y avance colectivo.
Esto hace más relevante vuestro esfuerzo, auspiciado por una Fundación que lleva el nombre de mi Padre, tan querido para nosotros. Os animamos a perseverar en la tarea que habéis iniciado y con la que esperáis alcanzar frutos abundantes.
La medalla que acabamos de recibir es la manifestación más evidente de una vocación que profesáis con entereza y con la que estoy seguro contribuís a construir desde aquí la España que quiso Don Juan y que nos corresponde el honor y el trabajo de ampliar y perpetuar.
Sé que contamos con vosotros, y con todos los segovianos, para cumplir juntos esta misión, con la dedicación y nobleza que desde siempre han distinguido a esta Ciudad y sus habitantes.