OTEC es una fundación de origen empresarial, constituida en 1990 por iniciativa de Don Juan Carlos, con el objetivo de sensibilizar a la sociedad y a las empresas ante el impacto de los cambios técnicos, y facilitar la transferencia de información, conocimientos y tecnología desde los sectores de la investigación y de la universidad a la industria. Italia se unió a esta iniciativa el 11 de julio de 2002, haciéndolo Portugal el 30 de abril de 2003, dando lugar a COTEC Europa.
A su llegada, Don Juan Carlos fue recibido por la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de la Presidencia, María Teresa Fernández de la Vega, la ministra de Educación y Ciencia, Mercedes Cabrera Calvo-Sotelo, el ministro de Industria, Turismo y Comercio, Joan Clos, y el presidente de COTEC, José Ángel Sánchez Asiaín. A continuación, Don Juan Carlos fue saludado por el Embajador de la República Italiana en España, Pasquale Terracciano, el presidente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Carlos Martínez Alonso, el consejero de Innovación, Ciencia y Empresa de la Junta de Andalucía, Francisco Vallejo, el Director General de Investigación de la Comisión Europea, José Manuel Silva, el Presidente del Consejo Consultivo COTEC Portugal, Joao Manuel Gaspar, los vicepresidentes de COTEC Fernando Francés y José María Loizaga, el patrono de COTEC José Ferrer, y el director general de COTEC, Juan Mulet.
Tras acceder Su Majestad al auditorio y ocupar su lugar en la mesa presidencial, procedió a abrir la sesión y concedió sucesivamente la palabra al director general y al presidente de COTEC, y a la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de la Presidencia.
La intervención de Don Juan Carlos puso el colofón a la sesión. Su Majestad se congratuló por los resultados del informe de COTEC, que constatan que "que la progresión de nuestro sistema de innovación es cada vez más evidente, y que ya hemos superado una situación de la que salíamos con dificultad. Vemos, afortunadamente, cómo España participa cada día con más peso, preparación y perfil propio, en la sociedad del conocimiento".
El Rey animó a "desarrollar las tres facetas del llamado triángulo del conocimiento, es decir: facilitar el acceso de todos nuestros ciudadanos a una mejor educación; aumentar nuestra eficiencia en la creación del conocimiento científico y tecnológico; y acrecentar nuestra habilidad en su utilización".
Su Majestad manifestó que "resulta alentador constatar que España ya contribuye a la producción científica mundial con una intensidad mayor a la que le corresponde por peso económico. El reto ahora pendiente consiste en llegar a ocupar un puesto similar en la generación mundial de tecnología. Para ello, serán necesarios más medios y nuevas formas de organizar tanto la investigación pública como la privada y, sobre todo, una mayor colaboración entre ambas. De esta colaboración nacerán objetivos comunes, capaces de compaginar el rigor de la ciencia con la eficiencia empresarial, contribuyendo así al aumento sostenido de nuestra riqueza". El Rey mostró su satisfacción al comprobar "cómo nuestros jóvenes con vocación investigadora encuentran mayor número de ofertas de trabajo en el sector privado" y que "se va incrementando el porcentaje, aún demasiado reducido, de investigadores que trabajan en nuestras empresas. Este es otro signo de la creciente madurez de nuestro sistema de innovación".
Asimismo, Don Juan Carlos expresó su convencimiento de que el tercer Encuentro de Cotec Europa, que se celebrará en julio en Lisboa, "servirá para dar un nuevo impulso a nuestra tarea".
Concluyó Su Majestad su intervención expresando su "pleno respaldo y compromiso personal con la mejora de la innovación, un objetivo y una ilusión que, bien sabéis, comparto con todos vosotros para seguir construyendo juntos una España cada día mejor, un país cada vez más próspero, solidario y moderno, al que aspiramos todos los españoles".
Después de levantar la sesión, Don Juan Carlos mantuvo un breve encuentro con los asistentes en el vestíbulo, a cuyo término finalizó el acto, siendo despedido por las mismas personas que le recibieron a su llegada.