su llegada, Sus Majestades los Reyes fueron recibidos por la ministra de Cultura, Carmen Calvo, el presidente del Real Patronato del Museo Nacional del Prado, Rodrigo Uría, y el director del Museo Nacional del Prado, Miguel Zugaza.
Seguidamente, Don Juan Carlos y Doña Sofía se dirigieron, por la escalera Muguruza, a la sala XVI, donde fueron saludados por el premiado, Luis Gordillo, y el director general de Bellas Artes y Bienes Culturales.
Sus Majestades accedieron, a continuación, a la sala XII y ocuparon sus lugares en la mesa presidencial. Don Juan Carlos procedió a abrir la sesión y concedió la palabra al director general de Bellas Artes y Bienes Culturales, quien dio lectura al acta de concesión del Premio.
Su Majestad el Rey hizo entrega entonces de la Medalla del Premio al pintor Luis Gordillo. Tras las palabras del galardonado, intervino la ministra de Cultura.
El discurso de Don Juan Carlos puso el colofón a la sesión. El Rey puso de relieve los méritos del artista sevillano, "un gran creador que, a lo largo de toda su trayectoria artística, ha demostrado su inmenso amor por la pintura y su inquebrantable fe en el potencial expresivo que encierra. Al mismo tiempo, destaca su poder para desvelarnos las claves de la sensibilidad del ser humano y ayudarnos a descubrir la esencia oculta del mundo en que habitamos".
Asimismo, el Rey destacó "sus hallazgos estéticos pioneros" y "su influencia en generaciones de artistas, tanto desde los procesos renovadores de su técnica, como desde su apuesta por la figura y por la abstracción basada en el color. La propuesta pictórica de este maestro sevillano se ha caracterizado por su radicalidad, y por el fuerte impulso de redefinición de la pintura desde la propia pintura, que late en su obra".
Después de levantar Don Juan Carlos la sesión, Sus Majestades se dirigieron a la sala IX para contemplar "La adoración de los pastores" de El Greco.
Posteriormente, Don Juan Carlos y Doña Sofía mantuvieron un encuentro con los asistentes en la Rotonda de la Puerta de Goya, con lo que finalizó el acto, siendo despedidos por las mismas personas que les recibieron a su llegada.
El Premio Velázquez de las Artes Plásticas fue creado en 2001, por el entonces denominado Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, para distinguir a un creador en el ámbito de las Artes Plásticas en cualquiera de sus manifestaciones, con la vocación de fomentar los intensos lazos entre la cultura y la creación artística de los pueblos iberoamericanos.
Se concede anualmente y pueden presentarse candidaturas de cualquier país perteneciente a la Comunidad Iberoamericana de Naciones. Tiene una dotación de 90.000 euros y, además, el Ministerio de Cultura organiza, a través del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, una exposición sobre la obra del ganador.
En esta VI edición, el jurado, presidido por el director de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Ramón González de Amezúa, resolvió conceder el Premio al pintor sevillano Luis Gordillo, uno de los "pioneros en la recuperación de la figuración y el color", que "asimiló presupuestos del arte pop internacional, convirtiéndose en el introductor de este lenguaje en la escena artística española".
Además de recibir el Premio Velázquez, Luis Gordillo se ha hecho acreedor de numerosas distinciones, como el Premio Nacional de Artes Plásticas (1982), el Premio de la Comunidad de Madrid a la Creación Plástica (1991), el Premio Andalucía de Artes Plásticas (1991), el Premio CEOE a las Artes Plásticas (1994), la Medalla de Oro de las Bellas Artes (1996) y el Premio Francisco de Goya de la Comunidad de Madrid (2004).