on Felipe presidió la inauguración de la exposición “Carlos III: proyección exterior y científica de un reinado ilustrado”, que han organizado Acción Cultural Española, el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte y el Museo Arqueológico Nacional, en el marco de las conmemoraciones por el tercer centenario del nacimiento de Carlos III.
Acompañaron a Su Majestad el Rey en este acto el ministro de Educación, Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo; el secretario de Estado de cultura, Fernando Benzo; el director del Museo Arqueológico Nacional, Andrés Carretero, y la embajadora de México en España, Roberta Lajous, entre otras personalidades, así como el comisario de la exposición, Miguel Luque, que informó a Don Felipe de los detalles de las piezas expuestas.
La exposición “Carlos III: proyección exterior y científica de un reinado ilustrado”, que puede visitarse hasta el próximo 26 de marzo de 2017 en el Museo Arqueológico Nacional, tiene el propósito de revisar la figura de Carlos III, protagonista de uno de los grandes reinados de la historia de España, poniendo en valor dos cuestiones fundamentales de su trayectoria: la política exterior y la aportación científico-cultural española, así como el papel desempeñado por la Corona en la promoción del conocimiento.
La muestra recoge un centenar de piezas de excepción pertenecientes a casi cuarenta instituciones españolas y extranjeras (procedentes de museos de Italia y del Reino Unido), algunas de ellas poco conocidas, prestadas por primera vez y restauradas para la ocasión. Obras de los grandes pintores del siglo XVIII que actuaron a modo de cronistas de esta época, como Jean Ranc, Jacopo Amigoni, Giuseppe Bonito, Anton Rafael Mengs o Francisco de Goya, comparten espacio con importantes materiales arqueológicos mediterráneos –como la caja de semillas de Herculano conservada en el MAN- y americanos, así como con magníficas muestras de la cartografía del periodo, instrumentos científicos, o los originales de algunos de los documentos nodales de la historia de la Europa dieciochesca. Entre las piezas exhibidas destacan el cuadro de "El embajador turco ante la Corte de Nápoles", obra de Giuseppe Bonito, del Museo Nacional del Prado; una "Vista del Real Palacio Nuevo de Madrid" realizada por Antonio Joli, del Palacio Real de Nápoles; el "Asalto inglés al castillo del Morro de La Habana", de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando; o el "Umete" de Tahití, procedente del Museo Nacional de Antropología (Madrid).
Estructurada en cuatro grandes áreas temáticas –"España e Italia. Relaciones e intereses internacionales (1716-1759)"; "El trono de España y los reinos ultramarinos"; "La proyección internacional de la Monarquía. España en el sistema internacional"; y "Un mundo por conocer. Cultura y exploraciones científicas"–, la exposición inicia su recorrido presentando al rey en su entorno familiar, así como en su etapa italiana, hasta 1759.
La llegada al trono español y las reformas ilustradas emprendidas en casi tres décadas de reinado conforman la segunda parada de la muestra, analizando la forma en la que fueron establecidas las bases del Estado moderno y del periodo contemporáneo español, con un apartado dedicado a las posesiones ultramarinas hispanas.
En su tercer ámbito, el recorrido destaca la proyección del país y la presencia activa de España en los grandes acontecimientos bélicos de la época. El acercamiento a Francia, la intervención en el norte de África, los acuerdos con Portugal y el apoyo encubierto a la independencia de los Estados Unidos son algunas de las claves de la política internacional dirigida por Carlos III.
Por último, la exposición se detiene en la actividad de patrocinio regio a la cultura y a las expediciones científicas, con hitos como la creación del Real Jardín Botánico de Madrid y la promoción de expediciones científicas de gran calado.
Carlos III, primer hijo de Felipe V y de su segunda esposa, Isabel Farnesio, nació el 20 de enero de 1716 en Madrid. Fue primero Rey de Nápoles y, a la muerte de su medio hermano Fernando VI, Rey de España y de las Indias desde 1759 a 1788. Su reinado de casi treinta años está considerado como uno de los más fecundos de la historia española, en el que la obra reformadora de los ilustrados alcanza en todo el ámbito de la Monarquía su mayor auge y ejemplaridad. Ilustración y reformismo impulsados por el propio Carlos III, quien logró siempre compaginar la sencillez de sus gustos personales con el ceremonial de su dignidad real y el cuidado de los asuntos de Estado con la protección de las artes y las letras, y el fomento de las manufacturas, del adecentamiento del país y de las medidas políticas y económicas que impulsaban una mejora y bienestar para todos los sectores sociales. Ministros e ilustrados de diferentes procedencias, como Esquilache, Campomanes, Aranda, Floridablanca y Jovellanos, entre otros, pudieron desarrollar sus proyectos reformadores para reforzar y consolidar un camino de modernización del país que, posteriormente, la invasión napoleónica y los avatares de la primera mitad del siglo XIX harían retroceder lamentablemente, pero no anular.