Quiero comenzar mis palabras, Presidenta Bachelet, dándoos, junto a la Reina, junto a todos los que nos acompañan aquí esta noche y en nombre de todos los españoles, nuestra bienvenida más afectuosa a España a Vuestra Excelencia y a la importante delegación que la acompaña. Como sabéis, la vuestra es la primera Visita de Estado que recibimos desde mi proclamación como Rey; y nos honra saber que es también la primera que realiza desde su Toma de Posesión.
Vuestra presencia entre nosotros despierta en mí recuerdos muy queridos. Como Príncipe de Asturias, tuve el honor y la alegría de viajar a Chile en diversas ocasiones: en momentos posteriores ─pero muy próximos─ a vuestra recuperación de la Democracia; y la más reciente, el pasado mes de marzo, con motivo de la investidura correspondiente a vuestro segundo mandato presidencial, aunque también tuve el honor de estar presente en vuestra 1ª toma de posesión.
Siempre he sentido en Chile el cariño y la cercanía de sus autoridades y de todas las personas con las que me he encontrado. Mi familia, y los españoles que viajan a su país, nos hemos sentido ─todos se sienten─ recibidos con mucho afecto y gran hospitalidad. A través de Vuestra Excelencia, Señora Presidenta, quiero dar hoy las gracias por ello a todos los chilenos.
Chile es un país ejemplar que representa, para muchas naciones del mundo, una auténtica historia de éxito y una verdadera fuente de inspiración. Ahora tenéis por delante la gran tarea de consolidar los logros alcanzados y ponerlos al alcance de todos los chilenos. En esta empresa sabéis que contáis con todo nuestro apoyo.
Chile es un socio estratégico para España, y España es actualmente el 1er inversor europeo en vuestro país y lleva años entre los 3 primeros del mundo. Esta confianza del inversor español existe porque Chile ofrece una positiva combinación de apertura económica y solidez institucional.
En el pasado, por razones de amistad, afinidad y proximidad histórica, España fue uno de los principales donantes de Chile; y, en todo momento, mi país quiso aportar una ayuda constante al mayor progreso de vuestra nación. Ahora que Chile, gracias a la prosperidad alcanzada, se ha convertido a su vez en donante de ayuda a terceros países, creo que juntos podremos aprovechar nuestras respectivas experiencias para sumar fuerzas y colaborar con eficacia en favor del desarrollo de otros pueblos más necesitados, en operaciones que conocemos como de “Cooperación triangular”.
"...Chile es un socio estratégico para España, y España es actualmente el 1er inversor europeo en vuestro país y lleva años entre los 3 primeros del mundo. Esta confianza del inversor español existe porque Chile ofrece una positiva combinación de apertura económica y solidez institucional...."
Chile y España, en suma, se han dotado de una relación sin duda privilegiada. Y con ocasión de esta visita se firmarán, precisamente, una Declaración Conjunta y nuevos acuerdos que contribuirán a tejer una relación cada vez densa e intensa.
Señora Presidenta,
Con el apoyo de Chile —que agradecemos de corazón— y el de otras muchas naciones, España acaba de ser elegida miembro del Consejo de Seguridad de NN.UU. para el periodo 2015-2016, por lo que coincidiremos durante un año con vuestro país en tan señalado foro. Nuestros dos Estados tienen ahora una nueva oportunidad para seguir cooperando con el objeto de defender en todo el mundo los valores de la paz y la seguridad, de la defensa de los derechos humanos y la promoción del desarrollo sostenible.
Igualmente, Chile y España somos miembros entusiastas de la Comunidad Iberoamericana de Naciones, donde consolidamos día a día los vínculos históricos, culturales, sociales y políticos que nos unen, y que cada día son más vigorosos. En la próxima Cumbre de Veracruz tendremos la oportunidad de impulsar y fortalecer aún más ese gran espacio de concertación, cooperación y diálogo que compartimos con todos los países hermanos de Iberoamérica.
Efectivamente, en México se pondrá en marcha un sistema de Cumbres más flexible que nos permitirá adaptar mejor este espacio a las exigencias de una realidad cambiante. En este contexto, podemos decir que también España y Chile comparten objetivos comunes.
Señora Presidenta,
Nuestro compromiso, como Vuestra Excelencia bien conoce, va más allá del ámbito estrictamente bilateral. Tenemos la convicción firme de que España debe desempeñar un papel muy importante en el reforzamiento de los lazos entre la UE e Iberoamérica. Aplaudimos el Acuerdo de Asociación firmado en su momento entre la UE y Chile, y estamos convencidos de que su revisión nos ofrece ahora un marco idóneo para intensificar aún más nuestras relaciones comerciales, que ─como bien sabe─ admiten aún amplios márgenes de mejora.
Por todas estas razones, España tiene y siente con Chile un compromiso firme que no depende de coyunturas, sino que responde a profundas afinidades y se nutre de valores compartidos y del hondo afecto que liga a nuestros pueblos.
Con esos sentimientos y esas realidades, Señora Presidenta, termino ya mis palabras; pero no sin antes alzar mi copa por la ventura personal de Vuestra Excelencia, por la prosperidad del pueblo chileno y por la amistad y la hermandad permanentes entre nuestras dos naciones.