Es para mí un placer compartir con ustedes esta reunión de trabajo del V Congreso Iberoamericano de Cultura y darles la bienvenida a España en esta querida ciudad de Zaragoza.
En la Cumbre de Cádiz de 2012 se acordó “impulsar el Espacio Cultural Iberoamericano afirmando el valor singular de la cultura que compartimos y de su diversidad…”. Asimismo, en el Programa de Acción aprobado en esa ocasión se propuso “consolidar el desarrollo del Espacio Cultural Iberoamericano de conformidad con los enunciados de la Carta Cultural Iberoamericana en sus dimensiones económica, social, institucional, jurídica, histórico-patrimonial, educativa y comunicacional”. Y, dando cumplimiento a las decisiones de nuestros Jefes de Estado y de Gobierno, éstos son los objetivos que centran estos días sus trabajos.
Los Congresos Iberoamericanos de Cultura reflejan fielmente uno de los más firmes cimientos de la Comunidad Iberoamericana de Naciones —la cultura en su sentido más amplio— y, en consecuencia, son también expresión del éxito y el dinamismo de nuestra política cultural compartida.
Efectivamente, los distintos países iberoamericanos han asumido su responsabilidad en la preservación, la promoción y la unidad de nuestro patrimonio cultural teniendo muy presente la importancia del mundo digital para Iberoamérica en el siglo XXI. De esto trata el Congreso que nos ha congregado cuyos trabajos giran en torno a la “Cultura Digital”, la “Cultura en Red”.
"...aunque en Iberoamérica somos conscientes del peso y la importancia cultural que nuestro espacio multinacional tiene en el mundo, sabemos también que todavía queda mucho por hacer para que esa realidad tenga el reflejo que le corresponde en el escenario internacional. Debemos favorecer la visibilidad y el prestigio de nuestra cultura, abriéndola a nuevos públicos, asegurando la sostenibilidad de nuestras inversiones en este terreno y, en definitiva, articulando un auténtico Espacio Cultural Iberoamericano. Para ello son fundamentales nuestras industrias culturales y creativas, la labor de la educación y el impulso a nuestros idiomas..."
Aunque en Iberoamérica somos conscientes del peso y la importancia cultural que nuestro espacio multinacional tiene en el mundo, sabemos también que todavía queda mucho por hacer para que esa realidad tenga el reflejo que le corresponde en el escenario internacional. Debemos favorecer la visibilidad y el prestigio de nuestra cultura, abriéndola a nuevos públicos, asegurando la sostenibilidad de nuestras inversiones en este terreno y, en definitiva, articulando un auténtico Espacio Cultural Iberoamericano. Para ello son fundamentales nuestras industrias culturales y creativas, la labor de la educación y el impulso a nuestros idiomas.
Las industrias culturales aúnan el interés más aparentemente intangible de nuestros pueblos, con el interés más mensurable de nuestras sociedades y ciudadanos medido en términos de desarrollo económico. La educación es básica desde todos los puntos de vista. Y nuestras lenguas son una realidad y un capital que debemos abordar considerando, por un lado, el potencial político y económico que supone la afinidad y la presencia internacional de las dos lenguas vehiculares iberoamericanas, el español y el portugués. Y, por otro, teniendo en cuenta siempre el valor que aporta a nuestra riqueza cultural compartida la diversidad de idiomas ─con menor implantación─ que existen en el seno de la Comunidad Iberoamericana, tanto en el continente americano como en la Península Ibérica.
Relativamente aos idiomas espanhol e português, devemos garantir, sempre, que ocupem o lugar que lhes corresponde no cenário internacional –nos organismos internacionais– como línguas oficiais ou de trabalho. Devemos, igualmente, continuar potencializando a aprendizagem do idioma espanhol nos países de língua portuguesa, e do português nos países hispanofalantes.
Y en cuanto a las demás lenguas de la Comunidad Iberoamericana, hemos de protegerlas en todo momento como patrimonio consustancial a nuestra propia identidad diversa.
La producción cultural de nuestros países es de una excelente calidad. Pero para que adquiera más importancia, para que cobre mayor interés, debemos huir de la fragmentación y del trabajo aislado. La unión de los iberoamericanos nos permitirá un mayor éxito cultural dentro y fuera de nuestras fronteras. De ahí la importancia de avanzar en el objetivo que nos hemos marcado de consolidar un Espacio Cultural Iberoamericano en el que los bienes y servicios culturales circulen sin trabas ni barreras entre los países de Iberoamérica, un espacio que dinamice los mercados nacionales estimulando la aparición de nuevas industrias culturales.
Estoy seguro de que este Congreso contribuirá a impulsar este espacio cultural común para que proyecte con fuerza la imagen de nuestra Comunidad y de todas nuestras culturas en el resto del mundo, estimulando también el crecimiento de nuestras economías. Así, en la siguiente edición, que organizará Costa Rica, encontraremos, sin duda, un Espacio Cultural Iberoamericano más sólido y estructurado.
Muchas gracias.