Buenos días a todos y muchas gracias por vuestras palabras tan cariñosas. Gracias también a la Federación Española de Padres de Niños con Cáncer por invitarme a compartir con vosotros este acto del Día Internacional del Niño con Cáncer.
Gracias a quienes trabajáis en este centro de referencia que es el Hospital Universitario Virgen del Rocío que nos acoge hoy y gracias de corazón a Andex y muy especialmente a su presidenta, María Luisa Guardiola.
La Federación, que acaba de cumplir veinte años, ha conseguido aunar los esfuerzos y las voluntades de todos los que están implicados en la lucha contra el cáncer infantil: padres, hermanos y abuelos de esos niños que, muchas veces, no son conscientes de lo que significa su enfermedad y que no entienden por qué sus vidas cambian tanto en tan poco tiempo.
"...El esfuerzo combinado de las instituciones públicas y la sociedad civil, de los voluntarios, es esencial para conseguir los medios económicos, materiales y, sobre todo, el personal que hacen falta para llevar adelante un proyecto de investigación. ..."
En el caso de los adolescentes, a quienes va dedicado el manifiesto de este año, la incomprensión es a menudo aún mayor: el desconocimiento sobre el cáncer, sus efectos, sus tratamientos y sus muchas posibilidades de curación, hacen que a menudo se aparten de ellos sus amigos y compañeros. Pensar en cómo nos afecta a los mayores una noticia como esa debe hacernos reflexionar sobre cómo la recibe y la vive un joven.
A esos amigos y compañeros, y a los profesores, al personal sanitario e incluso a las propias familias va dirigido el objetivo principal de este Día, que podría resumirse en uno de los mensajes que Andex incluye en su página web: el amor, el cariño, el afecto y las ganas de vivir son las mejores medicinas para los niños con cáncer.
De las otras medicinas también hay que hablar. O, más bien, del modo en que se consiguen esas medicinas, que no es otro que siguiendo el camino de la investigación científica y médica. En España hay muchas personas con preparación suficiente para aceptar el desafío de la investigación en un campo que, aún siendo tan amplio como el de la lucha contra el cáncer, tiene un sentido especial cuando hablamos de cáncer infantil y juvenil. El esfuerzo combinado de las instituciones públicas y la sociedad civil, de los voluntarios, es esencial para conseguir los medios económicos, materiales y, sobre todo, el personal que hacen falta para llevar adelante un proyecto de investigación.
Desde hace unos meses soy la presidenta de honor de la Asociación Española Contra el Cáncer. Es un compromiso que asumí para ayudar en la lucha contra esta enfermedad desde todos losámbitos: información y prevención, fomento de la investigación, apoyo a los enfermos y a sus familias, y a la vuelta a la vida normal cuando acaban los tratamientos.
Desde ese compromiso os animo a continuar con esta tarea fundamental en la que estáis empeñados. Y gracias otra vez por invitarme a compartir este día con vosotros.