V
olver una vez más a Sevilla, como siempre, nos llena de alegría. Pero de manera especial nos alegra poder compartir con vosotros este encuentro. Celebro que la Fundación haya decidido iniciar la presentación de sus actividades en Andalucía, que se distingue felizmente por su joven demografía y por un espíritu emprendedor cada día más pujante.
La acogida tan cordial que las Autoridades andaluzas han querido prestar desde el primer momento a este nuevo proyecto, merece nuestra gratitud y nos llena de esperanza. Gracias, Sr Presidente, por su presencia y sus amables palabras; y gracias también a la Sra Presidenta del Parlamento, al Sr Alcalde y a las demás Autoridades que han querido acompañarnos, junto a todos los presentes, haciéndonos sentir con afecto la hospitalidadúnica que caracteriza a esta ciudad y a esta Comunidad.
Siempre, pero hoy mas que nunca, permitidme insistir en ello, necesitamos una sociedad civil que sea capaz de movilizar a los ciudadanos, dar cauce a sus iniciativas y desarrollar todas sus energías en la búsqueda del beneficio común. Como señalé en Girona, no hace mucho, es enormemente valioso para un país contar con una sociedad civil bien estructurada, activa y fuerte. Una sociedad en la que las instituciones, las asociaciones, las Fundaciones y las demás entidades que la componen sean capaces de implicarse y comprometerse en asuntos de interés general y que, junto a las Administraciones Públicas, que son las primeras responsables, coadyuven a satisfacer las necesidades y aspiraciones de los ciudadanos.
La Fundación Príncipe de Girona responde a este planteamiento. Nace de la iniciativa de un grupo de entidades gerundenses con la finalidad de proyectar hacia el exterior el espíritu de su tierra y los rasgos de sus gentes, así como implicarse en la resolución de algunos de los retos a los que nuestra sociedad se enfrenta. Gracias a esa iniciativa, más de 60 de las principales empresas españolas, con especial presencia de las empresas catalanas, han unido sus esfuerzos en un proyecto compartido e integrador, demostrando así su sentido de la responsabilidad social y su compromiso con los ciudadanos. Por cierto, como cité al comienzo, La Fundación cuenta con dos patronos andaluces, Grupo Osborne y la Fundación Focus Abengoa, a quienes agradezco muy sinceramente su participación en este gran proyecto.
Decía Antonio Machado que?por mucho que valga un hombre, nunca tendrá valor más alto que el de ser hombre?. La Fundación Príncipe de Girona nace en el siglo XXI con una voluntad decidida de ayudar a formar hombres y mujeres para el siglo XXI. Una Fundación del siglo XXI para el siglo XXI. Persigue también ayudar a las personas más desfavorecidas o vulnerables o las que requieran mayor tutela o protección, como una exigencia inexcusable de una sociedad solidaria. Pero permitidme que hoy centre mis palabras en la educación de la juventud.
Comprenderán que hablar de ello no resulta fácil después de la brillante y magistral intervención del Profesor Lamo de Espinosa, que constituye un ejemplo de las aportaciones que, desde esta Fundación, van a hacerse a la libre formación de la opinión de los españoles. Gracias Emilio, en nombre de todos y gracias también por haber aceptado tu incorporación al Consejo Asesor de la Fundación, cuyo patrimonio intelectual constituye uno de sus activos más enriquecedores.
Conforme a lo descrito por nuestro conferenciante, estamos, así pues, ante una nueva realidad que dibuja los perfiles -a veces con trazo grueso- de una sociedad nueva a la que necesariamente debemos adaptarnos, en todos losórdenes, si queremos un futuro de progreso y bienestar para todos los españoles.
Y si miramos hacia el futuro, claramente la clave está en nuestra juventud. Por ello, en primer lugar, necesitamos que la formación y preparación de nuestros jóvenes goce de un marco estable, sostenido en el tiempo y adecuado a los requerimientos de un entorno económico globalizado y cada vez más competitivo.
Debemos ayudar a los jóvenes a poner en valor el inmenso potencial de cualidades que atesoran, para que alcancen el mayor nivel de excelencia profesional. En su propio beneficio y en el de toda la sociedad.
En segundo lugar, debemos procurar que los jóvenes se inspiren en los valores sobre los que debe asentarse su formación integral como personas y que están en la base de nuestra convivencia como ciudadanos. Debemos aspirar a que la juventud alcance las más altas metas en este terreno. Justamente, la crisis económica que padecemos, ha puesto de relieve la necesidad insoslayable de alentar, entre todos, los principios y valores permanentes que aporten integridad y sentido de la responsabilidad al desarrollo económico.
Debemos también estimular en nuestra juventud su espíritu de iniciativa y una vocación emprendedora en todos losámbitos: el social, científico, empresarial y cultural. La juventud no puede ser indiferente o permanecer inactiva frente a su propio destino; pero tampoco, como ya he señalado en otra ocasión, se puede exigir ilusión y motivación a los jóvenes si no somos capaces de ofrecerles las condiciones necesarias para que puedan planificar y desarrollar sus vidas con confianza y seguridad.
Finalmente, debemos escuchar a los jóvenes y contar con ellos. Si han de asumir un protagonismo activo en su futuro, hemos de conocer sus inquietudes, compartir sus ilusiones y encauzar sus aspiraciones.
En suma, Señoras y Señores, la Fundación aspira a ser un centro de reflexión sobre cuales han de ser las propuestas que permitan definir el futuro de la juventud, en un marco abierto y global, mirando hacia el horizonte y siempre con un espíritu integrador; y apuesta decididamente, en una sociedad nueva y mejor, por asumir compromisos que faciliten esos cambios y permitan en nuestra sociedad y especialmente a los más jóvenes aflorar iniciativas, liderazgos, creatividad y capacidad emprendedora.
Cada uno de los pasos que va a dar la Fundación requiere, sin duda, tiempo, esfuerzo y recursos. Me llena de orgullo el interés y el entusiasmo con los que el Patronato se ha volcado para sumar inteligencia y recursos -iniciativas y medios materiales y humanos- en favor de los fines que señalan nuestros Estatutos. Todos los apoyos, cualquiera que sea su naturaleza, son bienvenidos. Ninguna aportación sobra.
Todos los que participamos en este proyecto lo hemos asumido con una gran ilusión, una decidida vocación de servicio a los demás y sobre todo con la creencia firme y el convencimiento de que la Fundación servirá de cauce para movilizar energías y dedicarlas a los jóvenes que comienzan, a quienes ahora pueden menos pero que, gracias al esfuerzo de otros, van a beneficiar en el futuro a los demás hombres y mujeres de nuestros campos, pueblos y ciudades. Estoy seguro de que muchas personas y entidades de Andalucía, tierra generosa y solidaria, compartirán este proyecto.
Gracias de nuevo, Señor Presidente, Autoridades, y cuantos estáis apoyando esta Fundación que, como proyecto sólido y de futuro, cuenta con mi respaldo más firme, todo miánimo y mi dedicación personal.
Muchas gracias.