S
eñor Presidente,
Rumanía es un país por el que España siente una especial simpatía.
Por ello, tengo la gran satisfacción de daros la más afectuosa bienvenida, junto a Vuestra esposa y a la delegación que os acompaña, al inicio de Vuestra Visita de Estado.
La Nación que representáis tiene para los españoles unas resonancias históricas y culturales especialmente queridas. Unas resonancias que, una vez más, la Reina y yo pudimos disfrutar durante nuestro Viaje de Estado en 2003.
La latinidad que compartimos describe de manera elocuente la profunda afinidad que nos une. Grandes intelectuales rumanos, como Cioran o Eliade, confirmaron la gran proximidad entre nuestras dos culturas.
La escultura de Brancusi, la pintura de Grigorescu, y una larga nómina de escritores rumanos, atestiguan el valor de una de las más destacadas culturas de Europa que merece toda nuestra admiración.
Escritores y pensadores rumanos demuestran en sus obras la existencia de un vivo interés y atracción por España. Una atracción que explica asimismo, el alto número de ciudadanos rumanos que han escogido nuestra tierra para labrar su futuro profesional junto a sus familias.
Señor Presidente,
La plena incorporación de Vuestro país a la gran obra de integración europea representa, ante todo, la superación de una anomalía histórica y el mejor camino posible para asegurar el mayor bienestar de Rumanía y del resto de Europa.
Como sabéis, España apoyó decididamente a Rumanía durante las negociaciones del Tratado de Adhesión.
Las Cortes Generales fueron uno de los primeros Parlamentos de Europa en ratificar dicho Tratado, recogiendo así el sentir de nuestros ciudadanos.
Esa cooperación prosigue ahora por medio de programas europeos y bilaterales, que esperamos puedan servir para que Rumanía conozca de primera mano nuestra experiencia de progreso y bienestar colectivos.
Rumanía y España están llamadas a coordinar sus posiciones y a trabajar unidas en el proyecto de construcción europea.
Compartimos sensibilidades por nuestra condición de fronteras exteriores de la Unión. Asimismo, valoramos la política de cohesión como uno de los principios fundamentales de la Unión Europea.
España, que se ha beneficiado hasta la fecha de esta política, considera de justicia que Rumanía pueda también aprovechar la solidaridad europea, como complemento de su admirable esfuerzo en el proceso de reformas.
Rumanía y España también comparten un firme compromiso con la promoción de los derechos humanos y la tolerancia.
En este marco, quiero destacar el éxito de la ?Conferencia de Alto Nivel de la OSCE sobre la lucha contra la discriminación y a favor del respeto mutuo?, celebrada en Bucarest el pasado mes de junio.
Deseo también dejar constancia del agradecimiento de España por el continuo apoyo de Rumanía a la actual Presidencia española de la OSCE.
Como hoy hemos podido constatar en nuestras conversaciones, la cada vez más estrecha colaboración entre nuestros dos países se extiende a múltiples sectores.
Las empresas españolas, cada día más presentes en el mercado rumano, tienen una experiencia de especial valor para el proceso de modernización que lleva a cabo Rumanía y al que deseamos los mayores éxitos.
Además de la presencia inversora española, que en los dos últimos años ha vivido un crecimiento exponencial, disponemos de otras realidades que consolidan día a día la relación bilateral.
El creciente interés por la lengua española es una de los más relevantes. Se plasma en el aumento de alumnos de español, o en la creación de nuevas secciones bilingües rumano-españolas en los institutos de Vuestro país.
Mañana, en Alcalá de Henares, Vuestra esposa y la Reina podrán comprobar el perfecto aprendizaje de nuestro idioma en colegios españoles por los hijos de la amplia comunidad rumana residente en España.
Todo ello anticipa un prometedor porvenir para nuestra lengua en Rumanía. Un esfuerzo que requerirá, sin duda, el respaldo de los poderes públicos para aprovechar su potencialidad.
Estamos llamados a cooperar cada vez más estrechamente.
Así, la cooperación entre Rumanía y España en el ámbito de la lucha contra el crimen organizado es, asimismo, muy intensa. Podemos estar satisfechos por los acuerdos alcanzados, como el firmado este año en materia de lucha contra la delincuencia y el plan común de acción que lo desarrolla.
Una cooperación en la que, nuestras respectivas Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, participan de manera ejemplar con un alto grado de compenetración.
Mención especial merece la lucha contra el terrorismo, en la que Vuestro país está firmemente comprometido. Dieciséis rumanos perdieron la vida en el brutal atentado terrorista del 11 de marzo de 2004 en Madrid, siendo la rumana la comunidad extranjera con más víctimas.
El recuerdo de su dolor, y de cuantos han padecido la violencia terrorista, redobla nuestra más firme determinación de luchar contra el terrorismo con todos los instrumentos del Estado de Derecho y de la cooperación internacional.
Rumanía y España tienen una vocación global, coherente con nuestra condición de aliados y de Estados Miembros de la Unión Europea.
Conocemos el compromiso de Vuestro país con la paz y seguridad internacionales.
La activa participación de Rumanía en el ámbito de las Naciones Unidas, vuestra notable contribución a la Alianza Atlántica y, ahora, a la Política Europea de Seguridad y Defensa, hacen de Rumanía un Estado responsable y solidario en la comunidad internacional.
Quiero, en este sentido, felicitaros por la elección de Bucarest como sede de la próxima Cumbre Atlántica que tendrá lugar en 2008.
Seguimos con gran interés Vuestras iniciativas en relación con el Mar Negro y mantenemos un fructífero diálogo bilateral en otros ámbitos de interés común. La experiencia y conocimiento de Rumanía son de gran utilidad para que España conozca mejor la realidad de la zona.
Señor Presidente,
Con motivo de Vuestra Visita de Estado, la Reina, los Príncipes de Asturias y yo mismo, queremos dirigir un afectuoso saludo a la amplia comunidad rumana que vive y trabaja en España.
Una comunidad que merece nuestra gratitud, pues contribuye con su esfuerzo a nuestro desarrollo económico y refuerza los lazos sociales y culturales entre nuestros dos países.
Vuestra Visita de Estado nos va a permitir, sin duda, impulsar una relación bilateral cada vez más intensa que responde a la voluntad de nuestros ciudadanos.
Con ese espíritu, levanto mi copa para brindar por Vuestra Excelencia y por Vuestra esposa, así como por el pueblo rumano y por la creciente amistad hispano-rumana.
Muchas gracias.