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ueridos compatriotas,
Durante muchos años hemos tenido este momento en nuestros corazones. Como sabéis, habíamos visitado los Estados Unidos en diversas ocasiones y cruzado el Atlántico multitud de veces con el fin de estar cerca de las comunidades españolas residentes en todos los países americanos.
Pero nos quedaba una tarea pendiente que esperamos ahora culminar con esta visita. Estábamos deseando venir a Miami por una serie de razones.
En primer lugar, pura y simplemente, en reconocimiento de vuestra labor tenaz en estas tierras. Mi padre, el Conde de Barcelona, a quien acogisteis hace años, siempre me recomendó este encuentro con vosotros.
En segundo lugar, ansiábamos conocer esta ciudad porque es la sublimación de muchos esfuerzos y visiones que son al mismo tiempo cosmopolitas y patrióticos. Miami se ha convertido en la capital virtual de las Américas por la voluntad y las actividades de sus ciudadanos y sin que apenas hayan intervenido las decisiones burocráticas.
Aquí se han ensamblado el espíritu emprendedor de los Estados Unidos con las ansias de un futuro mejor y más próspero para los pueblos americanos. Este es probablemente uno de los lugares de la tierra donde el hecho bilingüe y la herencia multicultural son fenómenos normales, aceptados sin estridencias. Miami es una ciudad que no produce recelos.
De ahí que nada tenga de extraño que tantos de vosotros hayáis acudido a residir y trabajar con tesón en esta comunidad, donde ninguno se siente extranjero.
Incluso antes de la llegada de todos vosotros, y quizá como premonición del progresivo mestizaje de Miami, el fundador de Coral Gables, George Merrick, tuvo una feliz idea. Diseñó estas calles que debían llevar en su mayor parte nombres de lugares genuinamente españoles.
Como persona de alta cultura, recopiló esos nombres de dos obras de otro ciudadano de los Estados Unidos que tan notablemente representó a su país como Embajador en España: Washington Irving. En las obras de este escritor, "Cuentos de la Alhambra", pero sobre todo en "La conquista de Granada", Merrick halló los títulos necesarios para bautizar el sueño de su ciudad. El resultado está a la vista de todos.
Tampoco es casualidad que aquí se inspirara el Premio Nobel de Literatura, Juan Ramón Jiménez, cuando fue invitado como conferenciante por la Universidad de Miami, para plasmar el único libro en español que lleva el nombre de esta ciudad: "Romances de Coral Gables". Tampoco es casualidad que viviera en Alhambra Circle, que frecuentara los almacenes de Ponce de León y que comprara una casa en la calle de Sevilla.
Todo ello contribuye a que todos vosotros os sintáis, como lo estamos nosotros, cómodos, arropados por la lengua y el ambiente.
De ahí que os hayáis dedicado con tanto entusiasmo a contribuir al progreso local e internacional, como puente entre culturas que somos todos los españoles. Lo habéis hecho entre las dos Américas hermanadas, de las que hablaba José Martí. De ahí que hayáis sabido convivir con los ciudadanos americanos de esta comunidad en el compartido anhelo de un futuro mejor.
Os exhortamos con cariño y admiración a que sigáis con empeño en vuestra labor. En vuestros hospitales y en vuestras iglesias; en las empresas y en el comercio; en los frontones y los teatros; en las aulas y las bibliotecas; en las emisoras de radio y televisión y en los diarios y revistas; en el turismo y en el universo digital; en los mercados y, naturalmente, en los establecimientos gastronómicos, que han conseguido que se entienda de verdad qué es un "Spanish Restaurant" como Dios manda, claro.
Conscientes de que sabréis en todo momento preservar y enriquecer vuestro patriotismo, os deseamos salud y bienestar.
Muchas gracias.