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ucho me alegra poder reunirme esta tarde con todos vosotros, en compañía de la Reina, con motivo de la Quinta Conferencia de Embajadores que os ha congregado en Madrid y Zaragoza a lo largo de esta semana.
Una Conferencia cuyos trabajos son del mayor interés y que me permite reiteraros personalmente el profundo agradecimiento de la Corona por la magnífica labor que, junto a vuestros colaboradores, desarrolláis al servicio de España y de los españoles en el exterior.
Una labor marcada por la probada lealtad, plena dedicación y permanente entrega que caracteriza a los integrantes de nuestro Servicio Exterior, y para la que contáis con el abnegado apoyo de vuestras familias en vuestros constantes cambios de destino.
La creciente globalización e interdependencia del mundo en que vivimos, imponen hoy crecientes esfuerzos al Servicio Exterior de un país moderno, abierto y solidario como España.
Renovados esfuerzos para atender mejor a los objetivos fundamentales de nuestra política exterior, contando con un mayor y mejor despliegue, así como con el apoyo de una creciente presencia e implicación de la sociedad española en el mundo.
A vosotros, a los Jefes de Misión, os compete la alta responsabilidad de ejecutar nuestra política exterior en cumplimiento de las instrucciones del Gobierno y en coordinación con las distintas Administraciones del Estado.
Como primeros servidores del Estado en el exterior, os debéis a la mayor proyección internacional de España y al mejor desarrollo del conjunto de nuestra acción exterior.
Una acción exterior para contribuir a la paz y seguridad internacionales con apoyo de nuestras Fuerzas Armadas y Cuerpos de Seguridad; para la concertación multilateral ante los grandes retos que -como la lucha contra el terrorismo- superan nuestras fronteras, o para expresar nuestra solidaridad por medio de la Cooperación internacional.
Una acción exterior clave para la apertura de nuevos mercados básicos para nuestro crecimiento. Clave también para la eficaz protección de nuestros compatriotas en el mundo, la gestión de las migraciones, o para impulsar la difusión de nuestra enorme y variada riqueza cultural y lingüística.
Son pues muchos los retos y tareas que tenéis por delante. No voy a entrar en ellos, pues a lo largo de estos días los habéis abordado con detalle.
Europa, con la preparación de nuestra cuarta Presidencia del Consejo de la Unión Europea, en el primer semestre de 2010, Iberoamérica, Mediterráneo, Asia y África y, también, nuestras relaciones transatlánticas, concentran vuestros esfuerzos.
Junto a ello, está el desarrollo de una diplomacia multilateral eficaz, principalmente en el seno de las Naciones Unidas, como referente imprescindible de la comunidad internacional.
Confío en que esta Quinta Conferencia de Embajadores haya servido para actualizar y mejorar vuestro valioso esfuerzo en la defensa y quehacer de los intereses de España y de los españoles en el mundo.
Os animo a seguir trabajando con ilusión, tesón y orgullo en la proyección exterior de España, como gran Nación dinámica y solidaria, comprometida con los valores de la paz, la democracia y los derechos humanos.
En ese noble afán diario, con el que me siento plena y activamente comprometido, bien sabéis que siempre podéis contar con el permanente apoyo de la Corona, así como con mi afecto, gratitud y estímulo como Rey.
Muchas gracias.